La noche de este domingo un incendio consumió el Palacio Sao Cristovao, recinto del Museo Nacional de Brasil, el cual albergaba cerca de 20 millones de piezas destruidas casi en su totalidad, aunque aún no se ha establecido la magnitud del daño. Todavía esta mañana, los bomberos combatían el siniestro.

El inmueble contenía el fósil Luzia, el homínido más antiguo descubierto en Brasil, así como colecciones de paleontología. También albergaba artefactos grecorromanos, la mayor colección de piezas egipcias de América Latina y una biblioteca con más de 400 mil ejemplares. 

Las autoridades no han informado aún cuál fue la causa del fuego.

Población indignada

Tras el incendio, un grupo de personas intentaron entrar por la fuerza al edificio, por lo que la policía antidisturbios comenzó a disparar gases lacrimógenos. El aumento de la tensión refleja la ira por la destrucción del querido, aunque deteriorado museo, que sufrió un descenso de la financiación federal.

“Nuestra comunidad está muy movilizada y muy indignada… Todos sabíamos que el edificio era vulnerable ", dijo Roberto Leher, rector de la Universidad Federal de Río de Janeiro, que administra el museo. 

El ministro de Cultura, Sergio Leitao, dijo al diario Estado de S.Paulo que es probable que las llamas fueran provocadas por un cortocircuito eléctrico o un farolillo de papel casero que podría haber aterrizado ardiendo en el tejado. Estos artefactos son muy tradicionales en Brasil y suelen provocar incendios.

Investigadores, estudiantes y trabajadores del museo, donde se teme que hayan quedado destruidos 20 millones de archivos, se congregaban en pequeños grupos a las afueras del devastado edificio, donde los bomberos salían con una vasija o un cuadro que habían logrado rescatar.

Según avanzaba el día, cada vez más personas intentaban entrar en el parque para ver los restos calcinados del edificio, por lo que la policía acabó permitiendo el paso.

El subdirector del museo, Luiz Duarte, dijo a Globo TV que la institución fue descuidada por los sucesivos gobiernos federales y que un plan de financiación por 21.6 millones de reales (5.23 millones de dólares) con el banco de desarrollo estatal BNDES anunciado en junio incluía, irónicamente, la instalación de un moderno equipo antiincendios.

Roberto Robadey, comandante del departamento de bomberos de Río, dijo a periodistas el lunes que los dos hidrantes al exterior del edificio estaban secos. Esto obligó a los bomberos a usar agua de un lago cercano y de camiones cisterna. Sin embargo, el edificio ardió demasiado rápido para poder salvarlo.

Unesco ofrece ayuda

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, ofreció hoy a las autoridades brasileñas "todo el conocimiento" del organismo que preside para "intentar atenuar las consecuencias del drama" que supuso el incendio del Museo Nacional de Río de Janeiro, el más antiguo de Brasil.

Deseo expresar toda mi solidaridad al pueblo brasileño ante la pérdida de un patrimonio cultural inestimable para toda la Humanidad. Este museo universitario constituye además un símbolo de la memoria brasileña y de los dinámicos lazos entre la cultura y la investigación", sostuvo Azoulay.

La exministra de Cultura francesa adelantó que la Unesco se pone "a disposición de las autoridades brasileñas para movilizar todo su conocimiento, especialmente en el ámbito de la protección y la conservación del patrimonio cultural, para intentar atenuar las consecuencias de este drama"

Con información de Xinhua y EFE.