Nacido el 3 de septiembre de 1940 en Montevideo, Uruguay, considerado como uno de los grandes escritores del siglo XX y una de las mentes más lúcidas de la literatura latinoamericana, Eduardo Germán María Hughes Galeano cumpliría este lunes 78 años.

A lo largo de su trayectoria, Galeano nos dejó obras literarias, frases y pensamientos que quedarán en nuestra memoria para siempre.

Y aquí te recordamos algunas de ellas:

  • "Él dijo 'sentipensante'. Que siente y piensa a la vez, que dice con el corazón y con la razón. Pues alguna vez yo quiero escribir en un estilo que sea sentipensante, y hablar también 'sentipensantemente', sin divorciar la cabeza del cuerpo, ni la emoción de la razón".

 

  • "No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta".

 

  • "Si tuviera que elegir cinco nombres de mujeres de la historia. No es fácil. Habría que empezar por Eva y simplemente anotar que, quizás, Eva fue negra, como Adán, porque todos, toditos, venimos del África. Y en eso hay acuerdo entre los especialistas, los expertos, los investigadores de nuestras raíces, todos coinciden en que del África salimos y de ahí nos diseminamos por el mundo, en los tiempos en que el único pasaporte exigido eran las piernas. Muy probable que la primer mujer que elegiría sería Eva, negra, probablemente negra. Desmintiría las infamias de la prensa, diciendo que ella no lo tentó a Adán para nada, y que ese asunto de la serpiente es un cuento machista, y que en realidad los dos descubrieron el amor y lo pasaron de lo más bien".

 

  • "La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar".

 

  • "Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué".

 

  • "Culto no es aquel que lee más libros. Culto es aquel que es capaz de escuchar a los otros".

 

  • "El mundo es eso. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende".

Libros para entender a Galeano

Las venas abiertas de América Latina: ensayo periodístico de Eduardo Galeano, en donde, a través de crónicas, relata el abuso que sufrió Latinoamérica por naciones colonialistas. Un año antes de morir, Galeano aseguró que "no volvería a leer" este libro, considerado por muchos como el número uno de la totalidad de su obra. "Caería desmayado", agregó.

Los hijos de los días: Es una novela en donde Galeano relata, de manera diaria, historias de héroes anónimos. "Y los días se echaron a caminar. Y ellos, los días, nos hicieron. Y así fuimos nacidos nosotros, los hijos de los días, los averiguadores, los buscadores de la vida".

El libro de los abrazos: Política, religión, cultura, amor, sociedad, literatura, entre otros, son los temas que comprenden estos relatos del fascinante escritor uruguayo.

La canción de nosotros: una novela de amor, en donde Galeano relata la historia de parejas que deben quererse y extrañarse desde el exilio, separados por la dictadura militar sucedida en Uruguay, entre las décadas de los setentas y ochentas.

El futbol a sol y sombra: una de las más grandes pasiones, nunca oculta, de Galeano fue el futbol. En este libro, con pequeños textos divididos en historias, frases, y reflexiones, el uruguayo nos hace vivir su propia pasión por la pelota. "Yo no soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo, sombrero en mano, y en los estadios suplico una linda jugadita por amor de Dios. Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me importe un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece".

Cerrado por futbol: con textos ya conocidos y algunos otros inéditos, la obra futbolística de Galeano regresa, si es que alguna vez se fue, para enamorarnos del balón. "Cuando el Mundial comenzó, en la puerta de mi casa colgué un cartel que decía: Cerrado por futbol. Cuando lo descolgué, un mes después, yo ya había jugado sesenta y cuatro partidos, cerveza en mano, sin moverme de mi sillón preferido. Esa proeza me dejó frito, los músculos dolidos, la garganta rota; pero ya estoy sintiendo nostalgia".

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