Tras una larga batalla judicial, el ex presidente brasileño Lula Da Silva, preso desde el mes de abril por corrupción, ha desistido hoy de su candidatura y con ello le ha cedido la candidatura a  Fernando Haddad.

"Desgraciadamente insisten en apartar a Lula, contrariando a la ONU y la voluntad del pueblo brasileño. Lula lo ha pedido: continuemos juntos, unidos, pase lo que pase",  menciona Haddad en un vídeo difundido hace unas horas por el hasta ese momento candidato a vicepresidente.

A pesar de la enorme popularidad de Lula para volver a la presidencia, según una encuesta nacional brasileña difundida en agosto, donde sus apoyos habían subido hasta un 40%, el Tribunal Electoral vetó la candidatura por amplia mayoría, alegando que los dictámenes de la ONU, que lo defendían no eran vinculantes, porque la ley brasileña no permite que haya candidatos con condenas en segunda instancia a sus espaldas.

Por su parte, Haddad ha sido elegido por el Partido de los Trabajadores (PT) y hasta ahora cuenta con una intención de voto de 9%, el doble de lo que tenía en agosto, lo que lo coloca en segundo lugar junto con: Ciro Gomes (PDT, centro-izquierda), Marina Silva (Rede, centro-derecha) y Geraldo Alckmin (PSDB, la derecha tradicional brasileña).

El primer el lugar lo ocupa el candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro, quien fue apuñalado en el estómago durante un acto de campaña, el pasado viernes.