A cinco días de su fallecimiento, Manuel Díaz Cid es reconocido como uno de los grandes pensadores poblanos del siglo XX que creo al grupo de ultraderecha “El Yunque”, pero en la segunda etapa de su vida como investigador, no tuvo miedo de leer a Carlos Marx, además reconoció el papel de quienes pensaron militaron en la izquierda poblana en los años sesenta y setenta.

Manuel Díaz Cid nació el 11 de noviembre de 1938 en la ciudad de Puebla y dedicó toda su vida a la investigación y la docencia, siendo uno de los pilares de la derecha en la década de los años cincuenta cuando, junto con Ramón Plata Moreno, fundó la organización llamada “El Yunque”.

Manuel Díaz Cid inició su lucha universitaria en la entonces escuela de Comercio de la Universidad Autónoma de Puebla, hoy llamada Administración Pública, donde se le unieron estudiantes de otras instituciones para frenar el llamado “fantasma” del comunismo.

Díaz Cid contó con sus compañeros de lucha, Jesús Corro Ferrer, quien había fundado el Frente Universitario Anticomunista, además de Miguel Espinosa de los Monteros, quien lo acompañó toda su vida.

Pero también se sumaron otros personajes como José Antonio Quintana Fernández, con el apoyo del empresario Abelardo Sánchez Gutiérrez, así como de los arzobispos Ignacio y Octaviano Márquez y Toriz.

Por defender sus ideas y participar en la lucha universitaria, Manuel Díaz Cid fue detenido a principios de los años sesenta, siendo su compañero de lucha Manuel Arrubarrena quien acudió a liberarlo.

Sus primeros momentos

Manuel Espinosa de los Monteros, compañero de lucha, dijo que lo conoció hace 60 años cuando estudiaba la preparatoria en el Colegio Benavente y Díaz Cid era un universitario.

Comentó que ahí emprendieron la lucha en defensa de sus principios, y les tocaron momentos difíciles ya en la Universidad Autónoma de Puebla como los hechos de 1961, o 1964 cuando cayó el gobernador Antonio Nava Castillo.

Pero también vivió la lucha del movimiento de 1968 hasta los enfrentamientos de principios de los setenta.

Sostuvo  que el movimiento en el que participaron era de principios y valores para tener una universidad incluyente, hasta que a principios de los años setenta tuvieron que fundar la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla por la exclusión de los alumnos de escuelas privadas que eran rechazados por pensar diferente de quienes tenían el poder en la universidad pública, y siempre defendió la libertad de cátedra.

Fui de sus primeros reclutados: Mario Iglesias

El exrector fundador de la UPAEP, Mario Iglesias García Teruel Rivero, reconoció que fue de los primeros reclutados por Manuel Díaz Cid hace más de cincuenta años para su movimiento.

Sostuvo que el académico representa la verdad la seriedad, el análisis que hacía de la historia como de la política, y lo reflejaba en sus expresiones diciendo lo que él sentía lo que era la realidad.

Expresó que durante sus casi 80 años de vida siempre tuvo el mismo comportamiento que podía dialogar lo mismo con la gente de izquierda que de derecha.

Comentó que le tocó vivir los conflictos previos a la fundación de la Upaep mismos que entendió y analizó posteriormente para encontrar la verdad.

Recordó que el 7 de mayo de 1973 en el Rancho la ex Hacienda la Noria, al fundarse la Upaep, fue uno de los oradores llamando a recuperar el espíritu universitario.

Leer a Marx

Mientras el filósofo alemán Carlos Marx era tema prohibido en el siglo XX, Manuel Díaz Cid, en la segunda etapa de su vida según recuerdan sus alumnos, les dijo que debían leerlo pues algunas de sus ideas eran de avanzada.

El ex presidente estatal del PAN Juan Carlos Espina Von Roerich, recordó que fue alumno en la materia “Historia de las Ideas Políticas” y cada clase era una cátedra con una enseñanza concreta, preocupado por todos y cada uno de sus alumnos, preguntando sobre la tesis.

Señaló que en su cátedra les preguntaba a sus alumnos si habían leído Excélsior, La Jornada, Proceso, o la revista Siempre, ya que les decía que tenían que leer a todos para poder entender al mundo.

Insistió que más que enseñar los conocimientos que impartía, fomentaba las virtudes, y uno de sus consejos era que leyeran libros, periódicos, sin limitar los temas.

Precisó que una de sus mayores enseñanzas fue la gran apertura y libertad, y en la etapa que fue su alumno, Díaz Cid llamaba a abrir al conocimiento y la búsqueda de la verdad, venga de donde venga.

El día del perdón

Tras los enfrentamientos que hubo en Puebla durante más de un cuarto de siglo, Díaz Cid aceptó sus errores, uno de ellos lo dijo públicamente, fue haber fundado “El Yunque”

Y en esa segunda etapa de su vida a sus alumnos según refiere Juan Carlos Espina  les enseñó que México estaba entrando a un proceso democrático, necesitaba políticos y politólogos abiertos al diálogo, al reencuentro.

“Uno de los momentos que más me impresionó, fue en un evento, siendo yo ex alumno, recordaba sus batallas de la juventud, el combate ideologizado que se dio en Puebla en los años sesentas, y la enseñanza que vivimos fue el perdón en un evento público, estando Alfonso Vélez Pliego presente, dijo “antes que nada quiero pedir perdón por los excesos e injusticias que pudimos haber cometido en la lucha”, y miró al ex rector de la UAP, y  es un ejemplo que me marcó”.

La tesis del Péndulo y la Ley del Tuerto

Siendo director del Instituto de Investigaciones Motolinía, Manuel Díaz Cid advirtió que el equilibrio se había roto en México, y el riesgo era que estaba cargado a la derecha, e indicó que en el futuro tendría que volverse a un gobierno de izquierda para respetar la ley del péndulo en la política.

La politóloga, Claudia Ramón, quien trabajo de cerca a Manuel Díaz Cid, señaló que una de sus frases era “vean con los dos ojos, no se cierren a una sola perspectiva”

Comentó que él decía que no se podía entrar con la Ley de Tuerto, ya que solo se vería un lado de la historia.