Especialistas de España, México y Colombia coincidieron en calificar a la energía renovable como una solución para combatir los efectos del cambio climático, considerado por el Foro Mundial como la mayor amenaza a la economía global.

Durante la ponencia “Cambio climático: El desafío de una generación”, Natalia Lever, Directora Regional de The Climate Reality Project para México y Latinoamérica, apuntó que en el caso de México la energía eólica ha crecido desde el 2004 a una tasa del 86% anual, lo que también significa una oportunidad enorme de empleo, y para la innovación.

“Hoy en México la energía eólica es la más barata de producir. Además, en el país se encuentra el parque solar más grande de América Latina, lo que contribuirá a reducir los efectos que ha provocado el cambio climático, que cada vez son más severos e incuantificables”, citó.

Ejemplo de ello es lo ocurrido en agosto de este año cuando en la Ciudad de México llovió intensamente, con la generación de daños devastadores que no se habían registrado desde hace décadas, o como los daños ocasionados por la lluvia en Xochimilco, en marzo de 2017.

El cambio climático afecta a la salud con enfermedades tropicales que ahora se presentan en ciudades como es el caso del dengue y el zika, con brotes registrados en la Ciudad de México.

En su oportunidad, Pablo Martínez, director de Soluciones para el cliente en México de la compañía Engie México, con su estrategia 3D&2E, que significa Descarbonización, Digitalización y Descentralización, mientras que las 2 E representan Eficiencia Energética.

Destacó que continúa creciendo en la distribución de gas natural en 70 países del mundo, pero la apuesta ahora es la movilidad con energía renovable, de la cual señaló, México tiene alto potencial.

En tanto, Carlos Cadena, representante de la Universidad Eafit de Medellín, Colombia, en su intervención compartió tres mensajes específicos sobre el cambio climático: primero un llamado a la acción de los ciudadanos; segundo, un llamado de atención respecto al rol de la calle, y en tercer lugar la necesidad de entender que muchos planes y proyectos pueden contribuir a reducir emisiones y lograr los cambios.

“Hay que asegurar que las ciudades sean diseñadas entre todos y para todos, para el bienestar y calidad de vida de los ciudadanos. Las tecnologías tendrían que venir a acompañar los procesos, pero lo fundamental es que los ciudadanos estén felices y contentos”, citó.

El panel estuvo moderado por Emma R. Morales, coordinadora de la Maestría en Hábitat y Equidad Socioterritorial en la Universidad Iberoamericana de Puebla, como parte del primer día de actividades del foro Smart City Expo Latam Congress que del 11 al 13 de septiembre se desarrolla en Puebla.