Poblano por adopción, el teniente coronel de caballería, Raúl Velasco de Santiago, llevó el nombre del estado al extranjero como una muestra de disciplina de la juventud. Los mosaicos vivientes de los años sesenta fueron un modelo a seguir por diferentes países del mundo, incluida la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), cuando organizó los Juegos Olímpicos de 1980.
 
Cuando le restaban sólo dos años para llegar el centenario de su natalicio, Velasco de Santiago, se mantuvo cerca de la escuela que fue su pasión y ejemplo de un modelo educativo, el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), donde puso su sello al conjugar la disciplina militar, sembrando el orgullo a los estudiantes de ser Aguiluchos.
 
El militar nació en la ranchería El Retiro del estado de Coahuila, el primero de diciembre de 1921. Fue el primero de ocho hermanos y en 1957 fue llamado por el general Rafael Ávila Camacho para participar en el proyecto del nuevo modelo educativo, que se impulsaba desde Puebla creando centros escolares.
 
Fue fundador del CENHCH en el año de 1957, donde a partir del primero de febrero fue nombrado prefecto de la institución, durando en el encargo hasta el 9 de julio de 1991. A partir del 10 de julio de ese año pasó a ser el director general de la prestigiada institución, hasta separarse de tal responsabilidad el día 22 de febrero de 1994.
 
Tuvo como compañero de lides, al profesor Enrique Martínez Márquez, quien fue también director general del CENHCH, a Salvador Lobato Contreras, al frente de la secundaria y a la maestra Marina Sentíes Lavalle, directora de la preparatoria.
 
Puebla en las alturas
 
En uno de sus viajes a Europa en la década de los sesenta, se dio cuenta que en algunos lugares se presentaban murales con mosaicos humanos pero eran pequeños, entonces, surgió la idea de hacerlos crecer, primero en la pista verde del centro escolar al que pertenecía, posteriormente, involucró a otras instituciones educativas para que fueran monumentales.
 
La primera prueba de fuego fue hace 50 años durante los Juego Olímpicos realizados en México y se dio una prueba, los presentó en el Mundial México 1970. Años después fueron la atracción en el desfile deportivo que se realizaba en la capital del país el 20 de noviembre para recordar el inicio de la Revolución Mexicana.
 
La fama de los murales de Puebla fue tal que organizadores de eventos como los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980 llegaron a estudiarlos para presentarlos durante el evento.
 
El honor de participar
 
Estudiantes que participaron en los murales que se presentaron en diversas partes del país, sin que fuera el estadio Cuauhtémoc la excepción, señalaron que ellos no nunca vieron las imágenes que se formaban con las cartulinas, pero sabían algo y era que no se podían equivocar.
 
Recuerdan que antes del evento veían de lejos al “teniente coronel”, quien era el símbolo de la disciplina y confianza de que las cosas iban a salir bien.
 
Gallardía del desfile
 
Velasco de Santiago fue parte primordial en la organización de los desfiles del 5 de mayo, con la representación en los carros alegóricos y la Banda de Guerra de los Aguiluchos del CENHCH que permitió a la institución robar cámara en el gran evento poblano.
 
Hasta 2011, la banda era la encargada de cerrar el contingente de las escuelas, y miles de asistentes se retiraban después de verlos participar.
 
La banda promovida por el militar tuvo tal éxito que ahora año con año es invitada para participar en el desfile del Tazón de las Rosas, que se realiza el primer día del año en Pasadena, California, Estados Unidos.
 
Asimismo, dentro del deporte durante los cincuenta  apoyó al futbol americano con el nacimiento de los Venados del centro escolar, y como director de Educación Física y encargado del deporte poblano respaldó la organización de diferentes eventos, tanto a nivel local, como nacional.
 
Hombre recto
 
Sus amigos aseguran que desde muy pequeño el coronel Raúl Velasco de Santiago supo aprender de su padre, el capitán primero del Ejército Mexicano, Federico Velasco Garza, que la honestidad, la lealtad, rectitud, disciplina y organización, son factores determinantes para alcanzar el éxito en cualquier actividad de la vida, así como también supo escuchar los consejos de su señora madre María de Santiago Ortega.
 
Su hijo, del mismo nombre, Raúl Velasco, dijo que su padre juntaba la parte del desarrollo educativo con lo deportivo. “Todas las actividades extraescolares, los mosaicos, las tablas rítmicas, las escoltas, eso te da una formación integral que quizá los libros no te dan”.
 
Sostuvo que Raúl Velasco era un hombre de principios, valores y de una “disciplina férrea” pero sobre todo un “hombre cariñoso con sus hijos y sus nietos”. Asimismo, propuso que las autoridades se esfuercen por garantizar una educación firme en la que se incluya la participación de los familiares y maestros.
 
En el año 2000 se anunció que el centro escolar que se construiría en la junta auxiliar San Miguel Canoa, que sería el cuarto en el municipio de Puebla, llevaría el nombre de Raúl Velasco de Santiago, siendo un homenaje en vida.
 
A considerar 
 
Sus amigos aseguran que desde muy pequeño el coronel Raúl Velasco de Santiago supo aprender de su padre, el capitán primero del Ejército Mexicano, Federico Velasco Garza, que la honestidad, la lealtad, rectitud, disciplina y organización, son factores determinantes para alcanzar el éxito en cualquier actividad de la vida, así como también supo escuchar los consejos de su señora madre María de Santiago Ortega.