Sumisa, opaca, con baja productividad, chapulinesca y muy faltista; resultó la LIX legislatura local, la primera que contó con 4 años 8 meses, es decir, 50 por ciento más del tiempo que comúnmente tuvieron los anteriores diputados locales.  

Desde el 15 de enero de 2014 Intolerancia Diario dio cuenta de la baja productividad de los legisladores locales, en su mayoría emanados de la coalición morenovallista, grupo político que mantuvo su aplanadora en temas controversiales como el uso de cuentas públicas como garrote político, la aprobación de la Ley Bala, la designación del Fiscal Carnal, la inhabilitación y el posterior perdón del exalcalde capitalino Eduardo Rivera, el nombramiento de magistrados que incumplían con los requisitos como en el caso de José Montiel Rodríguez, la enajenación de más de 1 millón 200 mil metros cuadrados, la Ley de Expropiación Exprés y omitieron un posicionamiento firme en materia de Violencia de Género, por citar algunos. 

De la LIX legislatura, que culminó sus trabajos este miércoles, destacaron voces críticas como la de Julián Peña Hidalgo que en la recta final decidió declararse diputado independiente para apoyar abiertamente a Morena, abandonando así al partido que lo postuló, Movimiento Ciudadano.

Otra de las diputadas que levantó la voz ante lo que consideró atropellos e incluso votó en contra de algunas reformas fue la recién expulsada del PRD, Socorro Quezada Tiempo. La última fue la adhesión al artículo 16 de la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado, que permitió a Víctor Carrancá, designar a su sucesor.

En menor grado, la verde-ecologista, Geraldine González Cervantes, también denunció que algunas de sus iniciativas se quedaban en la congeladora. En octubre de 2017 la representante de Tehuacán se quejó por la falta de interés de sus colegas para crear una comisión especial que vigilara la aplicación de los recursos públicos para la reconstrucción de viviendas tras el sismo del 19 de septiembre pasado. 

Faltistas, sin consecuencias

Del 15 de enero de 2014 al 3 de julio de 2016, los legisladores sumaron 237 inasistencias a las sesiones del pleno. Considerando el sueldo de ese momento de cada representante que era de 1 mil 856 pesos; para mediados de hace dos años el Poder Legislativo había pagado 439 mil 872 pesos aunque no se habían trabajado las jornadas. 

En ese corte, el legislador del Partido del Trabajo, Mariano Hernández Reyes, fue quien acumuló más inasistencias, 21. Le siguieron Geraldine González con 19 ausencias, Leobardo Soto con 16, Juan Carlos Natale con 15 y Domingo Esquitín con 12.

Dos años después, el 29 de julio de este 2018, la página del Congreso de Puebla apostilló que en conjunto los legisladores sumaron 515 inasistencias al pleno. El representante del Verde Ecologista, Juan Carlos Natale registró 41 ausencias “justificadas” con lo cual se le pagaron los días aunque no los laboró. 

Al igual que en el corte anterior aparecieron Mariano Hernández Reyes (35), Leobardo Soto (31), Geraldine González (30) y Domingo Esquitín Lastiri (25). Además se les sumó Pedro Antolín Flores Valerio (26) a la lista de los más faltistas.  

Más de 700 en la congeladora

De las 1 mil 324 iniciativas que se ingresaron, solo se aprobaron 550, es decir que 774 quedaron en la llamada congeladora, es decir que ni siquiera se estudiaron. 

Ello contrasta con la sumisión y velocidad con la cual los mismos legisladores avalaron reformas enviadas por el exgobernador Rafael Moreno Valle y por el actual Ejecutivo. 

El tema fue llevado al Congreso de la Unión esta misma semana por el hoy morenista, Guillermo Aréchiga quien pidió investigar, entre otros, la aprobación de 40 cuentas públicas de diferentes ayuntamientos y organismos públicos descentralizados; el nombramiento de Jorge Benito Cruz Bermúdez como magistrado del Tribunal Superior de Justicia cuando aún era dirigente del PRD y el otorgamiento de una concesión de 30 años para el servicio de limpia a la empresa Biosinergias Ambientales, SA de CV, en nueve municipios; entre otros. 

Sesiones cerradas y virtuales

Aunque la ley obligaba a los diputados a mantener públicas las sesiones de las diferentes comisiones, la mayoría de ellas se realizaron a puertas cerradas. 

En casos extremos, Intolerancia Diario documentó que hubo sesiones virtuales o inventadas como la de la Comisión de Protección Civil que aparece registrada en la página de transparencia del Congreso del pasado 19 de septiembre de 2017, aunque ese mismo día se registró el sismo de magnitud 7.1 que obligó al desalojo de todos los inmuebles en el Centro Histórico. 

Chapulines, la constante

De la lista original de 41 diputados y diputadas que conformaron la LIX legislatura, al menos 20, brincaron a diferentes puestos, en las siguientes dos elecciones por lo cual solo la mitad de los que iniciaron concluyeron las funciones. 

En esta última elección, los legisladores que solicitaron licencia para buscar otro cargo fueron: Víctor León Castañeda, Mario Rincón González, Salvador Escobedo Zoletto, Rocío Aguilar Nava, Pablo Montiel Solana, Jorge Aguilar Chedraui, Corona Salazar, Mario Rincón González, Pablo Rodríguez Regordosa, Silvia Tanús Osorio, Juan Carlos Natale, Geraldine González Cervantes, Cupertino Alejo Morales, Ignacio Mier Bañuelos, Rosalio Zanatta Vidaurri, Sergio Salomón Céspedes y Maritza Marín Marcelo.