El Ayuntamiento de Atlixco en coordinación con el Sistema Municipal DIF firmó la donación de un terreno para la construcción de lo que será un centro de atención y bodega para el Banco de Alimentos (BAMX), el cual estará ubicado en la comunidad de San Diego Acapulco.

Elvia Siliceo de Galeazzi, presidenta del DIF Municipal agradeció a todas las personas involucradas, a los regidores y al presidente quienes a través del cabildo votaron para esta donación; asimismo destacó que el proyecto es importante porque permitirá acercar el servicio a más personas, además de evitar que muchos artículos que todavía sirven se vayan a la basura.

“Les sorprendería la cantidad en toneladas de alimentos que se pierden a la semana, por ello nosotros estamos convencidos que la mejor forma de ayudar es articulando a las empresas, sociedad y gobierno, pues es la mejor forma que se trabaje mejor y se ayude más”, manifestó.

En tanto, Miguel Rojas Vertiz, director del Patronato del Banco de Alimentos en Puebla, dijo que, a 23 años de nacer este proyecto en Puebla, siendo de los primeros en fundarse en México y donde se atienden a más de 150 mil beneficiados, sin ningún fin de lucro, político social o religioso; el cual tiene dos objetivos uno de ello es evitar el desperdicio del alimento y el segundo llegue a todos quienes más lo necesitan.

 Señaló que a pesar de que Puebla ha crecido en varios ámbitos, aún existen necesidades alimentarias y esto no es porque realmente haya hambruna; sino que en donde hay abundancia se tira y donde no la hay no llega; por lo que el problema es logístico es a raíz de esto que el banco se da a la tarea de que llegue a estos lugares, con más de 500 toneladas de alimentos rescatados del campo mensualmente.

La solidaridad

Por su parte Alejandro Lozano, presidente del Banco de Alimentos mencionó que hoy es un gran día, no tanto por el terreno sino por las acciones que denotan que hay personas solidarias dispuestas a ayudar a quien no tiene, por hacer de Atlixco un lugar más justo.

“Que nos convoca hoy, no es el terreno sino la inconformidad de saber que hay gente abundante que genera desperdicio y selectivo y la otra la que no tiene ni eso, el hambre nos debe tener inconformes para generar acciones que erradiquen esta problemática”.

Destacó que el ayuntamiento de Atlixco es el primer gobierno con este gesto de dar, pues siempre quisieron que les donarán un terreno como este, pero nadie quiso “hoy Atlixco es ejemplo del inicio de algo muy grande y lo recibimos con mucha responsabilidad y hacer un centro de atención y de ahí saldrán las estrategias de distribución, se atenderán personas y de ahí saldrán los alimentos que se distribuirán a la región por lo que agradeció de manera infinita esta donación”.

El agradecimiento

Mientras que el edil, José Luis Galeazzi Berra dijo que con la donación se verán beneficiadas las familias de bajos recursos económicos, así como las personas que no cuenten con apoyos de programas sociales, además de evitar que se desperdicien toneladas de alimentos que todavía pueden servir.

Dijo que con esto los une un gesto de unidad y de ayudar, pues expuso que pese a que Atlixco es muy rico en agricultura, no todo llega a las comunidades y es ahí cuando se ve la diferencia y agregó que esta administración se ha caracterizado por haber incrementado este tipo de apoyos sociales, como las despensas, los desayunos escolares, calentadores solares, cuartos adicionales en coordinación con los gobiernos federal y estatal por lo que invitó a todos a sumarse a este tipo de proyectos para seguir construyendo casas buenas.

Del terreno

Cabe mencionar que este terreno está ubicado en la comunidad de San Diego Acapulco, en una superficie de mil 500 metros cuadrados, con un valor catastral de 886 mil 500 pesos.

Banco de Alimentos

El Banco de Alimentos Cáritas Puebla es una Fundación de Beneficencia Privada no lucrativa, que se dedica a rescatar y distribuir alimentos confiables a comunidades con inseguridad alimentaria de la región. Recolectan, seleccionan y distribuyen alimento de las empresas, centrales de abastos e invernaderos, que ya no son com­ercializables pero son 100 por ciento comestibles, para brindarlo a las familias de escasos recursos.