“Papá, los ‘señoles’ le ‘pegalon’ ahí”, es el grito y la frase ensordecedora que repite tan solo un niño de dos años de edad, tras haber visto a su padre ser víctima de los elementos de la Marina que arribaron a su casa situada en el barrio de la Inmaculada Concepción, de la junta auxiliar de Palmarito Tochapan, perteneciente al municipio de Quecholac, la madrugada del pasado 02 de octubre de 2018. Y es que, familiares aseguran que éste pequeño vio cómo las fuerzas federales, presuntamente golpeaban y amarraban a su padre, sin ninguna justificación.

“Elías” tiene tan solo dos años de edad y ha tenido que ir con sus padres a la ciudad de México para levantar y ratificar una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para que dé testimonio del trauma que vivió la madrugada del pasado 2 de octubre del año en curso, cuando elementos de la Secretaría de Marina irrumpieron en varios domicilios sin ninguna orden de cateo y en el que los propios afectados, acusaron, les fueron robados presuntamente diversos objetos de valor, incluyendo dinero en efectivo que guardaban para sus siembras.

Tras un recorrido realizado por Intolerancia Diario en esta localidad, nuevamente la impotencia, indignación, miedo y rechazo son los sentimientos que manifiestan los pobladores, quienes en su mayoría se dedican a la producción de hortalizas y legumbres a fin de mantener su única fuente de ingresos, como de supervivencia: El Campo.

Y es que luego de que el pasado 3 de mayo del 2017 cuando se suscitó un enfrentamiento entre pobladores y elementos del Ejército Mexicano que dejó como saldo la muerte de 10 personas (entre civiles y militares), a decir de las propias familias, se estigmatizó a toda la población al acusarlos como presuntos “huachicoleros”, señalamiento que originó que, hasta hoy en día, sigan siendo víctimas del escarnio social y discriminación.

“A todas las familias de Palmarito Tochapan nos han llamado ‘huachicoleros, cuando hemos demostrado que somos gente del Campo, de bien, que no somos gente mala, que trabajamos para sacar adelante nuestras cosechas, a nuestras familias (…). No somos delincuentes y no es justo que el gobierno no trate de esa forma, que lleguen y sin una orden, violenten nuestras casas, la seguridad de nuestras familias y peor, las pongan en riesgo al tratar de provocarnos”, coinciden vecinos de la localidad tras lo ocurrido hace un par de días.

Nuevamente, la pesadilla

El enojo e impotencia es general, la mayoría de los vecinos acusaron que presuntamente uno de los marinos disparó contra dos mujeres que iban al molino y que una de ellas resultó con una lesión en la pierna. (Videos que fueron enviados a esta casa editora).

Y aunque no registraron pérdidas humanas qué lamentar, las familias de Palmarito Tochapan manifestaron sentirse vulnerables y viven todos los días con el temor de que, nuevamente, se violen sus derechos humanos y que insten una provocación por el exceso de la fuerza pública.

“En vez de que nos sintamos seguros ante la presencia de nuestras fuerzas federales, vivimos todos los días con el miedo de que violen nuestros derechos, que nos traten como delincuentes, nos insulten y amenacen o que nos maten. Vinieron a provocarnos y solo entraron a las casas a robar objetos de valor y dinero en efectivo que, poco o mucho, se guardan para las siembras o cosechas”, manifestó una de las vecinas del barrio La Concepción.

“Tenemos miedo de salir, tememos por nuestras familias, ya no es uno libre de hacer nuestras actividades. Yo soy soldador, pailero, campesino y hasta he sido chofer para sacar adelante a mi familia (…); es injusto que las autoridades nos traten como delincuentes, ya no podemos decir que somos de Palmarito porque lo primero que hacen es encañonarte o bien, en otros lugares para conseguir trabajo ya no te lo dan”, expresó Juan “N” Morales.

“Nos sentimos presos en nuestras propias casas (…), lo único que queremos es Paz, que nos dejen trabajar nuestras tierras, nuestro campo; en vez de que nos vengan a dar protección, nos vienen a agredir. Me apena la Marina y el Ejército Mexicano, porque mi padre fue sargento primero, en ese tiempo eran señorones, no tenían estudios pero tenían honor y mejor preparación. Me apena que estén actuando de esta manera y que vengan a violentarnos.

“Aquí trabajamos el campo, el comercio. Nada más pueden ir a Huixcolotla y preguntarles de dónde vienen las mejores verduras y legumbres y les van a decir que de Palmarito Tochapan, porque acá se da lo mejor, porque acá regamos con aguas limpias. Si nos dedicáramos a otras actividades ilícitas se vería reflejado en nuestro campo. Muchos de nosotros, incluso, exportamos zanahoria, betabel, cilantro de primera calidad y es injusto que nos acusen de que somos huachicoleros, cuando ya se hicieron las investigaciones y se ha demostrado que no los somos”, coincidieron varios vecinos que, al percatarse de este medio de comunicación, se acercaron para dar a conocer su sentir a la opinión pública.

La discriminación

Entre las quejas constantes de los pobladores de Palmarito Tochapan es la discriminación de la que han sido víctimas desde hace más de un año; la mayoría de las mujeres se trasladaban a otros municipios cercanos para realizar labores de limpieza en casa, por ejemplo, les han retirado el trabajo.

“Soy madre soltera, en temporada de cosecha pido trabajo para tener un ingreso en mi casa, por mi hija; hace más de un año trabajaba en la labores domésticas en una en Tecamachalco, pero luego de lo que sucedió mis patrones me corrieron solo porque soy de Palmarito. He ido a buscar trabajo en otros municipios aquí cerca, pero en todos me han rechazado cuando saben de dónde soy”, expresó con la voz entrecortada Lucía quien estaba con su pequeña de 6 años de edad y solicitó no mencionar su apellido por el temor a que siga siendo rechazada.

En otros casos, algunos de ellos mencionan que al tratar de inscribir a sus hijos en instituciones educativas en municipios cercanos a Quecholac, éstos también han sido rechazados supuestamente por las autoridades.

De la queja ante la CDH

Cabe mencionar, que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH Puebla) que preside Adolfo López Badillo informó que ante los hechos ocurridos el pasado 02 de octubre de 2018, en la localidad de Palmarito Tochapan del municipio de Quecholac, se inició de oficio la queja en el expediente 5839/2018.

“Hacemos de su conocimiento que este 02 de octubre, personal de esta Comisión protectora de los derechos humanos se constituyó en el lugar de los hechos para realizar las diligencias necesarias, así como la solicitud de informes correspondientes a las autoridades involucradas. Aunado a esto, se informa que fue ratificada la queja por las personas presuntamente agredidas; de esta forma, se comunica que se les ofreció apoyo victimológico, el cual consiste en atención médica, psicológica y asesoría jurídica. Es preciso señalar que la autoridad involucrada en los hechos pertenece al ámbito federal, por lo que dicha queja será remitida a la CNDH, por lo que será este organismo nacional el encargado de investigar y resolver conforme a derecho”, cita el comunicado.

Al respecto, la presidente de la Asociación Civil de la Comisión Ciudadana por la Democracia y Derechos Humanos, Mónica Roldán explicó que será la CNDH que de su veredicto si se violentaron los derechos humano o no; dicha queja no podía hacerse ante la CDH Puebla pues no es su competencia “es un asunto federal, cuando hay ese tipo de sucesos no hay apoyo u orientación a los ciudadanos, por lo que es un presidente de “escritorio y de fotos”.

Aseveró que con esta acción, sería la segunda queja que se pone ante la CNDH y con respecto a la primera que resultó como recomendación para varias corporaciones de Seguridad Pública, mencionó que también se le dará continuidad.

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