Al comparecer ante el Senado de la República, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal lanzó una "joyita" de declaración luego de asegurar que "los pobres no comen gasolina, comen tortilla, pollo, huevo, leche", para justificar la aplicación de los "gasolinazos" en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

En una férrea defensa de las políticas públicas implementadas por el actual gobierno para proteger a los pobres y destacar menores alzas en los precios en relación a los sexenios anteriores, el titular de Economía respondió las críticas de algunos legisladores.

"Aquí hay que medir, los pobres no comen gasolina, comen tortilla, pollo, leche, huevo", dijo.

Y recordó que con el presidente panista Felipe Calderón, el pollo subió 58% y con Peña sólo ha subido 19.9%. La tortilla con el gobierno anterior, según el INEGI, subió 66% y con Peña sólo 17% (...) el huevo dobló su precio en la administración anterior --por la gripe aviar, acotó-- y lo entregaremos en el mismo nivel en el que lo recibimos tras seis años, detalló el funcionario.

"Y así nos la podemos seguir", sostuvo Ildefonso Guajardo, para luego ser interrumpido por aplausos de algunos senadores.

En la ríspida comparecencia en el Senado, el secretario de Estado aclaró: "No es mi estilo hacer esto pero a veces es necesario, debido al tono de las participaciones. Déjenme comentarles sobre proteger a los pobres y utilizar los instrumentos de competencia y de apertura de importaciones para poder generar esa competencia", reiteró.
 
Al tiempo que insistía que "no es mi estilo el contraste de confrontar sexenios, todos debemos asumir nuestra responsabilidad como funcionarios públicos".

Previamente, el senador Emilio Álvarez Icaza dijo que México es un país rico con gente pobre y lanzó la pregunta a Guajardo: ¿De qué sirve a los mexicanos tener productos de todo el mundo si no los puede comprar?

Mientras la legisladora del Partido Encuentro Social (PES), Katya Ávila preguntó por los logros que le gustaría que recordaran las personas pobres del país y cuál era su recomendación para quien no pudo comprar la canasta básica con su ingreso laboral.

El senador panista, Víctor Fuentes Solís, cuestionó sobre qué se dejó de hacer para mejorar la posición competitiva del país en el mundo.

Por otra parte, el secretario de Economía aseguró que el valor adquisitivo del salario mínimo en México en el mandato de Peña Nieto, de acuerdo con cifras oficiales de órganos autónomos, se recuperó en 16.8 por ciento, 12 veces más que en el sexenio anterior, cuando creció 1.3 por ciento.

"Si lo vemos en términos de inflación tampoco podemos decir nada distinto. La inflación acumulada es de 4 por ciento en el actual gobierno. En el sexenio pasado fue de 4.35 por ciento y con Fox, 4.8 por ciento".

Con motivo de la Glosa del Sexto Informe de Gobierno, tras una comparecencia de tres horas, destacó que en los últimos sexenios no se había experimentado un crecimiento positivo trimestre a trimestre.

"Si a crecimiento vamos con todos los retos que existieron, la expansión de este sexenio será de 2.4 por ciento, mientras que en el anterior fue de 1.7 por ciento.

"En materia de competitividad, “en 2010, que no fue el sexenio del presidente Peña Nieto, caímos al peor lugar en la historia de México, al peldaño 66. Nosotros lo estamos entregando, según el último dato disponible, en el lugar 51".

En materia comercial, Guajardo Villarreal comentó que el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés) refiere que si alguno de los tres países piensa hacer un acuerdo con una economía que no apuesta por el libre mercado, como China, tendrá que notificarlo a los socios y compartir los objetivos y, una vez que concluya la negociación, tendrá la obligación de compartir los resultados.

Sin embargo, afirmó, "nadie sede su soberanía en materia de acuerdos internacionales. Nadie restringe a México para hacer acuerdos comerciales con quien quiera".

Destacó que lo que sí es un hecho, es que los socios del "club de América del Norte" reservan su derecho de seguir perteneciendo al acuerdo.

Tras el cierre de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el sector empresarial señaló que el nuevo acuerdo ponía candados para celebrar un tratado comercial con países como China y Venezuela, lo que especialistas internacionales calificaron de "gravísimo".