Entre gritos, manotazos, amenazas y vituperios transcurrió este martes la comparecencia de la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles en la Cámara de Diputados, donde los legisladores la acusaron por los presuntos desvíos en la dependencia, así como en Sedesol, en la denominada "Estafa Maestra".

No habían pasado unos minutos de que tomó el micrófono para reportar que el 98 por ciento de los damnificados por los sismos de septiembre del año pasado, ya recibieron las tarjetas con apoyo económico otorgadas por el Gobierno de la República.

Las rechiflas y los gritos en su contra no esperaron más acusándola de corrupta, cínica, soberbia, mentirosa y sinvergüenza, a lo que respondió en varias ocasiones, casi alzando la voz, que no tenía responsabilidad alguna en esos hechos de que se le acusan.

Más tardó en plantearse la primera pregunta de tres largas rondas de intervenciones de diputados de todos los partidos, que en desatarse la gritería y los reclamos en su contra, expresados algunos en pancartas impresas y otras hechas al momento.

La funcionaria vestida elegantemente de blanco, endureció por momentos el rostro y alzó la voz, mientras que los diputados opositores al gobierno peñista lanzaban sus "dardos" a la funcionaria federal por el caso de la llamaba "Estafa Maestra".

En defensa propia, de la Sedatu e incluso de las universidades públicas con las que se han establecido contratos, Robles Berlanga afirmó que todos esos procedimientos fueron legales.

Sin embargo, una y otra vez se deslindó de irregularidades que pudieran haber sido cometidas por terceras empresas contratadas, al afirmar que ni la Secretaría de Desarrollo Social, cuando estuvo bajo su mando, ni Sedatu, tienen facultades de investigar a las universidades autónomas.

Cuestionada sobre el monto de su patrimonio personal, Robles Berlanga los remitió a presentar una solicitud de transparencia. Aseveró que desde hace más de 20 años habita en la misma casa y solo se ha dedicado a servir al país.

Ante la lluvia de calificativos que le lanzaron los diputados y diputadas de las fracciones mayoritarias, excepto del Revolucionario Institucional y del Verde, quienes la llamaron cínica y mentirosa, la titular de Sedatu acusó violencia de género.

Aseveró que de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se registraron irregularidades en contratos públicos entregados a universidades por 11 dependencias federales, por lo que nombrarla solo a ella, insistió, es violencia de género.

Remarcó que las acusaciones contra funcionarios públicos por presuntos desvíos de recursos, no pueden sustentarse en investigaciones periodísticas que no presentan pruebas.

Si en función de ello se hiciera justicia, ironizó, el siguiente gobierno no tendría canciller, dijo en referencia al ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, señalado por las anomalías en la construcción de la Línea 12 del Metro, también conocida como “Línea Dorada”.

Aseveró que del total de las observaciones de la ASF, solo dos correspondieron a Sedatu, y ya fueron solventadas al 100 por ciento.

En enfrentamiento directo con algunos y algunas congresistas, como la integrante de Movimiento Ciudadano (MC), Martha Tagle, Rosario Robles reviró al manifestar que no hay una sola prueba de la firma de contratos de las dependencias a su cargo con empresas fantasma. El día que haya una prueba, sostuvo, será la primera en pedir castigo.

La diputada Tagle Martínez adaptó la frase acuñada por el presidente Enrique Peña "no te preocupes Rosario", para lanzarle un "no te equivoques Rosario", porque la condición de género no exime de responsabilidades por corrupción.

Martha Tagle afirmó que los recursos presuntamente "desaparecidos" a través del mecanismo denominado "Estafa Maestra", fueron ejercidos en la construcción de "habitaciones rosas".

La diputada panista Adriana Dávila, sugirió que la secretaria Rosario Robles no será responsabilizada por las irregularidades, ya que contará con la amnistía ofrecida por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

En respuesta, la funcionaria federal aseveró que no necesita ningún tipo de amnistía, por el contrario, pidió que la investiguen "por todo" y si es necesario, que miren debajo de las piedras.

Se declaró "muy tranquila" con el trabajo realizado en Sedatu y demandó que sus detractores "busquen hasta por debajo de las piedras", porque no encontrarán nada que la inculpe.

A media comparecencia, se registró un conato de bronca entre el diputado del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández y el diputado priísta, Luis Miranda, el cual fue apagado por el coordinador del tricolor, René Juárez.

Encendido y lanzando señalamientos, Fernández Noroña dejó su curul para enfilarse hacia las ocupadas por los priístas, quienes aseveraron que el congresista de izquierda buscaba confrontar directamente a una legisladora embarazada.

También enervado, el diputado Luis Miranda, ex titular de Sedesol, se dispuso a enfrentar directamente a Noroña.

Cuando ambos congresistas lanzaban manotazos al aire y se acercaban para encararse de lleno, el diputado Juárez Cisneros intervino. Con un brazo alejó al diputado Miranda Nava.

También contuvo a Noroña, a quien le pasó el otro brazo por la espalda y con ánimos de tranquilizarlo, fue desandando junto con él, el pasillo en cercano a las curules ocupadas por la bancada del PRI.