En lo que va del 2018, cada cuatro días, tres personas han sido rescatadas de linchamiento. Mientras tanto, cada dos meses, tres han muerto a manos de muchedumbres. Así lo revelan datos oficiales de la Secretaría General de Gobierno (SGG), luego de que en 10 meses, han fallecido 16 personas linchadas y se han rescatado más de 230.

El último caso se registró este viernes, cuando un hombre que presuntamente participó -con otro- en el robo a un comercio en la Central de Abasto de Huixcolotla, fue retenido y asesinado por una turba.

Las víctimas de linchamiento en Puebla han sido golpeados hasta morir, apuñalados y hasta rociados con gasolina para quemarlos vivos.

Según cifras oficiales, durante 2017, en Puebla fueron asesinadas por muchedumbres un total de 22 personas y 109 fueron rescatadas.

Incluso, la Comisón Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se ha manifestado en contra del linchamiento y de la frecuencia con que se ha presentado en Puebla.

Desde 2015, correspondiente al gobierno de Rafael Moreno Valle, señaló que este fenómeno evidencia la fragilidad del Estado de Derecho, que establece los procedimientos e instancias para juzgar las conductas delictivas de las personas.

Así lo manifestó la CNDH, en el Comunicado de Prensa CGCP/314/15, donde conmina a los gobiernos estatal y municipal de Puebla, "a establecer las medidas pertinentes para frenar esas conductas vergonzantes, y reorientar el tejido social por el camino de la ley".

Caso 16

En Huixcolotla, el último caso registrado, los elementos de seguridad municipal y del Estado evitaron que la persona fuera calcinada; sin embargo, murió a causa de los golpes recibidos. 

A pesar de los esfuerzos de la Secretaría General de Gobierno y de Seguridad Pública Estatal, que intentaron dialogar con las más de cien personas que tenían retenido al hombre, nada pudo hacer para evitar el linchamiento. 

Trascendió, que el ladrón fue sorprendido con otro hombre robando a uno de los comerciantes, la gente se reunió y logró la detención de una sola persona, a quien golpearon e hirieron con una navaja. 

En la revuelta, el presunto ladrón -también con una navaja- hirió a dos personas, lo que agravó el enojo de los comerciantes. Por lo tanto, lo rociaron con gasolina para prenderle fuego.

En esos momentos, policías municipales y estatales lograron rescatarlo aún con vida, trasladándolo al hospital donde finalmente murió.

En ocho casos registrados, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ha visto vulnerado su protocolo de seguridad, toda vez que las autoridades municipales no han informado con tiempo acerca de la situación violenta en los municipios.

Sed de sangre y justicia

El caso más grave registrado este año ocurrió en Acatlán de Osorio, donde tío y sobrino, quienes eran acusados de robachicos, fueron quemados vivos ante las miradas, risas y hasta transmisiones en vivo por teléfono celular.

El primer caso fue el 22 de enero, cuando pobladores de la localidad de San Juan Tuxco, de San Martín Texmelucan, torturaron y mataron a golpes a un presunto ladrón de motocicletas, de 17 años de edad.

Hechos así, también, han ocurrido en municipios de como San Juan Tuxco, Ometoxtla, Tlacotepec, Zacatepec, Yehualtepec, Oriental y hasta en la capital del estado.

Entre los muertos del 2018 se cuenta a un funcionario electoral en Tlacotepec de Benito Juárez, acusado de robar una motocicleta.

Los pobladores o victimarios justifican los asesinatos o linchamientos a un llamado ‘hartazgo social’, ante la impunidad o mala impartición de justicia; todo porque señalan que el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, ha servido como una ‘puerta giratoria’, como lo han declarado autoridades, ya que los ‘delincuentes’ obtienen su libertad con mayor facilidad.

En la mayoría de los casos, ha muerto gente inocente. Por ejemplo, el 11 de febrero en San Gabriel Ometoxtla, un presunto taxista fue muerto a manos de 200 personas, tras ser confundido con un ratero después de cubrir un servicio en la zona. Fue colgado de una de las canastas de basquetbol en la plancha principal de la localidad.

Por este acto fue detenido Giovanni Cadena, señalado como uno de los principales incitadores del crimen, situación que negaron los vecinos del lugar, asegurando que se trataba de una ‘venganza’ del edil, Filemón Aguilar.

Pero también han muerto de este modo, presuntos delincuentes, como el ocurrido en la junta auxiliar de San Miguel Canoa, donde Pascual "N", conocido como ‘El Recio’, fue golpeado hasta morir. Este sujeto era conocido en la zona como delincuente; incluso, había estado varias ocasiones en prisión.

Se sabe que su enemigo, ‘El Pinky’, incitó a que la población lo sacara de la comandancia donde estaba detenido, para prenderle fuego tras ser sorprendido robando en un domicilio de la Tercera Sección.

El 23 de marzo, en el municipio de Zacatepec, pobladores asesinaron al líder de una banda de presuntos delincuentes dedicados al robo de casa habitación, negocios y transeúntes, conocido como ‘El Cumbias'.

El 8 de abril, en la localidad de Yehualtepec, cuatro sujetos fueron arrebatados de las autoridades para después ser golpeados y asesinados, tras el robo de un tráiler.

El 23 de mayo, en la localidad de Oriental, dos hombres y una mujer fueron calcinados, luego de ser presuntamente sorprendidos asaltando a una mujer de la tercera edad, a las afueras de su domicilio.

Al respecto, el secretario general de Gobierno, Diódoro Carrasco Altamirano, señaló que los linchamientos se dan por diversas razones, principalmente por rumores, enojo por delincuencia y conflictos entre bandas delictivas.

“Existe un protocolo que hemos platicado con autoridades municipales. Tienen que notificar (a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal) cualquier amenaza o eventos que pueden desencadenar en violencia, como sonar las campanas”, señaló, en entrevista previa.