La falta de capacitación y asistencia técnica ha generado que el campo mexicano pierda hasta 20 mil millones de pesos anuales en insumos mal aprovechados y trabajo innecesario, cifra superior a la destinada por el gobierno federal para el Proagro Productivo, señaló Alberto Jiménez Merino, exrector de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).

Durante su ponencia en el Congreso Nacional sobre Políticas, Programas y Proyectos para el Rescate del Campo Mexicano, que organizó la UACh, el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Puebla indicó que México cuenta con 31 mil 500 ejidos y 3 millones 100 mil sujetos agrarios, quienes poseen 103 millones de hectáreas, es decir, 52 por ciento del territorio nacional.

Agregó que existen más de 5 millones de unidades productivas rurales, de las cuales 2.5 millones tienen superficies menores a dos hectáreas.

Esto, aunado a que en la base piramidal productiva, 85 por ciento de los productores mexicanos son de autoconsumo, genera un insuficiente desarrollo organizacional y empresarial en el sector, que dificulta la obtención de mejores rendimientos y volúmenes mínimos suficientes para acceder a los mercados.

Pero también provoca que la comercialización de materias primas se dé con escaso valor agregado y alto grado de intermediación, llegando a pasar “hasta por 5 manos”, antes de llegar al consumidor final, describió.

Cabe señalar que el campo es la principal fuente de alimentos, empleo, ingresos y agua para los centros de población en México. Un reciente estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) señala la estrecha relación que tienen el agua y el empleo, además de su influencia en el crecimiento económico en los países del mundo; de aquí la gran importancia de las áreas rurales para el desarrollo.

Asimismo, al exponer el tema “Propuestas de políticas públicas para el desarrollo agroalimentario, ambiental e hídrico”, Jiménez Merino destacó que “hemos perdido la mitad del agua disponible por cada mexicano, pero no sólo ésto, también se ha perdido 90 por ciento de la pesca ribereña, 80 de la materia orgánica del suelo y, a nivel mundial, 50 por ciento de las especies de mamíferos terrestres de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés)”.

De igual forma, el exdelegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y alimentación (Sagarpa) en Puebla precisó que en materia hídrica la cobertura nacional de agua potable es cercana a 92 por ciento, el alcantarillado es de 90 por ciento, 37 por ciento de las aguas residuales se descargan a barrancas y ríos sin ningún tratamiento, y que la infraestructura de tratamiento de aguas residuales es de 63 por ciento, aún cuando la mitad de la infraestructura de tratamiento instalada no funciona debido a problemas presupuestales.

Con base en lo anterior, el también dos veces secretario de Desarrollo Rural de Puebla, propuso que el nuevo Gobierno de la República destine al menos 10 por ciento de lo asignado a los programas de fomento para servicios técnicos agroalimentarios, capacitación y asesoría técnica, ya que “sin este apoyo, el otro 90 por ciento de los recursos destinados al campo, se pierde lamentablemente”.

Alberto Jiménez Merino expuso, como parte de sus propuestas, apoyar la capacitación y asesoría técnica municipal; promover un Plan Nacional de formación de líderes; promover la creación y/o fortalecimiento de centros demostrativos de capacitación práctica; garantizar el tratamiento de las aguas residuales de las comunidades; impulsar la reforestación con drones para la siembra aérea; promover el desarrollo de la agricultura de conservación en zonas de temporal y riego para mejorar la productividad; establecer programas de huertos y granjas familiares, entre otros.

El Congreso se realizó los días 5, 6 y 7 de noviembre del año en curso, en instalaciones de la UACh, en coordinación con el Senado de la República.