Cuba tiene mil 551 personas que rebasan los cien años de edad, una muestra del progresivo envejecimiento de su población, y un proceso que augura serias consecuencias económicas y sociales futuras.
En un reporte oficial, el diario Granma, órgano del Partido Comunista, confirmó este jueves que la cifra aumentó en diez este año, respecto a 2010, el número de hombres y mujeres que superan el siglo de existencia.
El informe señaló que a los centenarios, cuya decana es Juana de la Candelaria Rodríguez, que cumplirá en junio próximo 126 años, "se les brinda una atención especializada en nuestro país", y apuntó que la esperanza de vida al nacer es de 78 años en Cuba.
Aunque se considera a ese grupo de población como vencedor de obstáculos ambientales y de salud, analistas expresaron, sin embargo, su inquietud porque aunado al envejecimiento, la población de la isla registra una reducción en términos absolutos.
Señalaron al respecto la ausencia en las familias cubanas de una reproducción a un ritmo que permita el reemplazo de la población y el permanente éxodo de cubanos hacia otros países, en especial a Estados Unidos, en busca de oportunidades.
El economista Oscar Espinosa citó un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), según el cual Cuba tendrá una tasa global de fecundidad (hijos por mujer) de 1.5 entre 2010 y 2015.
La estatal Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) informó por su parte en abril pasado que Cuba cerró 2010 con una población de 11 millones 241 mil 161 habitantes.
En noviembre de 2010, la ONE confesó que las insignificantes tasas de crecimiento, impedirán a la isla llegar a los 12 millones de habitantes en los próximos años.
“El envejecimiento es y será el principal reto demográfico para nuestra sociedad”, indicó por su parte la Encuesta Nacional de Fecundidad 2009, realizada por el Centro de Estudios de Población y Desarrollo.
El estudio estimó que la exigua tasa de fecundidad aumentará la carga social sobre la población económicamente activa en momentos en que el Estado intenta disinflar sus abultadas plantillas laborales.
Estudios que confirman estas previsiones muestran el acelerado aumento del número de las personas con 60 años y más, un hecho alarmante en un país con baja productividad laboral y con salarios reconocidos como insuficientes.
Si en 1990 este grupo etáreo era de 12.11 por ciento, en 2010 fue de 17.8 por ciento, y de acuerdo con estimaciones oficiales dentro de unos 14 años -en 2025- el 30.8 por ciento de los cubanos residentes en la isla tendrán 60 años o más.
Ello quiere decir que la población económicamente activa (el llamado capital humano) será cada vez menor en relación con las personas no aptas para trabajar en Cuba, urgida de remontar sus crisis económicas.
Además de estimular el trabajo de los más jóvenes, el gobierno cubano extendió las edades de retiro a 60 años las mujeres y 65 años los hombres, con el objetivo de aminorar la pesada carga del financiamiento de las pensiones por el presupuesto.