La corriente perredista Alternativa Democrática Nacional (ADN) subrayó la importancia de que la izquierda esté unida para tener alguna oportunidad en 2012 contra el PRI, así como de buscar al candidato de “una tercera vía” independiente de Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard.

En rueda de prensa el dirigente del PRD en el Estado de México, Luis Sánchez, y los representantes de ese partido ante el IFE, Camerino Márquez; ante el Registro Federal de Electores (RFE), Eduardo Ramírez, y ante el IEEM, Marcos Álvarez, entre otros, insistieron en que los partidos de izquierda deben voltear hacia la sociedad.

Sánchez Jiménez planteó que si es una demanda de la sociedad que el candidato no esté identificado con partido alguno, la expresión de ADN está de acuerdo en que se busque una candidatura ciudadana como alternativa con miras a las elecciones de 2012.

Insistió en que con el fin de “entrar al sector de los indecisos”, durante el Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que se celebrará los días viernes y sábado propondrá que Ebrard Casaubon y López Obrador no puedan ser aspirantes a la candidatura.

El integrante de ADN convocó a construir un acuerdo nacional de diálogo dentro del partido del sol azteca que “ponga por delante el interés nacional desde la autocrítica y el compromiso cívico”, para llegar con una sola candidatura presidencial al año que entra.

También llamó a los dirigentes nacionales, estatales y municipales del instituto político a no denostarse o descalificarse, pues “ir desunidos sólo beneficiaría al PRI”, al tiempo que afirmó que cerrarán filas en torno a quien resulte electo candidato para las elecciones federales.

Los integrantes de esa corriente interna del PRD en el Estado de México presentaron cuatro propuestas que consideran se deben defender, como la construcción de una candidatura a la Presidencia de la República que no divida a la izquierda, unifique a los demócratas del país y tenga clara identificación con las causas ciudadanas.

Planteó además crear “una gran coalición” que incorpore a los partidos a los movimientos democráticos y a los diversos liderazgos sociales, para impulsar a un candidato o candidata de consenso comprometido con la defensa de los derechos humanos y la transformación de las instituciones, entre otros rubros.

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