El presidente de Perú, Alan García, negó hoy que su anunciada inasistencia a la ceremonia en que Ollanta Humala asumirá la presidencia el próximo jueves, sea un desaire para el nuevo mandatario.

No es ningún desaire, en lo absoluto, porque no hay ninguna obligación legal. Además, ya he visto cómo se maltrata a los jefes de Estado saliente allí, y no estoy dispuesto a aceptar esas cosas”, dijo García.

El mandatario recordó incidentes ocurridos en el Congreso en esas ceremonias, y pidió: “dejemos que el nuevo presidente dé su mensaje con toda libertad y no demos rienda suelta a esta pasiones que deslucen delante de jefes de Estado extranjeros”.

Indicó que el 28 de julio “es para escuchar el mensaje del nuevo presidente” y citó lo sucedido en 1990, cuando al finalizar su primer mandato asistió a la toma de posesión de Alberto Fujimori.

Hubo tales desórdenes en el Congreso con mi asistencia que prefiero curarme en salud”, dijo el jefe de Estado que el jueves concluirá su mandato.

García añadió que “eso (los incidentes) es casi inevitable, los parlamentarios aprovechan para hacer sus ruidos y sus gritos y eso no es bueno para el país, ante nuestros visitantes extranjeros. Finalmente, no es bueno para mí, porque ya lo sufrí en el año 90”.

El presidente recordó que no es una obligación constitucional que el mandatario saliente asista al Congreso para la toma de posesión de su sucesor y aseveró que es mejor que aquel deje el palacio presidencial durante la ceremonia en el Legislativo.

También, García restó importancia a la ceremonia simbólica del traspaso de la banda presidencial, y dijo que difícilmente Ollanta Humala podría usar la misma enseña que él utiliza. “Por dimensión y longitud, no será la que yo uso la que usará el señor Humala”, indicó.

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