El nivel de estrés que sufre el bebé durante el embarazo podría acelerar el envejecimiento, según una investigación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, CNIO.

Lo probaron en ratones: viven dos años, pero los que padecieron estrés en su gestación, a los dos meses tenían un aspecto extremadamente envejecido. El estrés metabólico de las embarazadas aumenta las posibilidades de que lo sufra el bebé. El daño celular que acelera el envejecimiento se produce durante la gestación, que es cuando más división celular se registra en el humano. Una vez nacido, este daño permanecería en las células de los órganos.

Para que los bebés no padezcan este problema tan molesto, se recomienda la lactancia materna, a la cual considera como uno de los mejores inmunorreguladores, así como un ambiente familiar sin discusiones y crear una rutina horaria que distribuya los alimentos y el descanso

El estrés infantil no sólo está ligado al estilo de vida actual, en el que aparecen mayores exigencias, mayor competitividad y cambios en el modelo social y familiar, sino también en posibles enfermedades, falta de cuidados, una alimentación insuficiente o inadecuada, falta de afecto o cariño en el entorno familiar y factores ambientales como el ruido, el aislamiento, la soledad o la oscuridad.