Mal Mitchell Harrison, de 23 años, era considerado como uno de los presos más peligrosos de la cárcel de alta seguridad HMP Frankland en Durham, Inglaterra.

Cumplía una condena de cuatro años y medio por haber violado a una niña en 2008, haber asaltado a otra cuando él tenía 13 años y ella siete años y por haber abusado con 15 años de una compañera de clase. Estos hechos le habrían convertido en uno de los reclusos más odiados, según publica el diario británico The Sun

Es por esto que Harrison aparecía este lunes muerto en su celda tras ser degollado, destripado y apuñalado en un ojo con un cuchillo de fabricación casera, supuestamente por otros tres compañeros de prisión, entre ellos, Nathan Mann, condenado a cadena perpetua en 2008 por haber asesinado a dos personas en Leicester.