El ministro japonés de Agricultura y Pesca, Michihiko Kano, ha anunciado que Japón reanudará su 'caza científica' de ballenas en el Antártico en invierno.

Además, enviará un buque del Gobierno para proteger sus navíos de las posibles protestas ecologistas.

En febrero, el país asiático suspendió dos meses antes de lo previsto la pesca de cetáceos en el Océano Antártico debido al acoso de la organización Sea Shepherd, que en los últimos años ha llevado a cabo abordajes, lanzamiento de ácidos corrosivos o encadenamientos de sus activistas a los balleneros nipones.

Países 'en extinción':

Japón, Islandia y Noruega son las únicas naciones del mundo que siguen pescando ballenas, una práctica que Tokio califica de «tradición cultural milenaria».

Y, como tal, la defiende: «Pretendemos seguir haciendo valer la forma de pensar de nuestro país», explicó Kano, en declaraciones recogidas por la agencia local Kyodo, en referencia a los países y colectivos ecologistas que les acusan de encubrir la caza comercial de cetáceos bajo la etiqueta de «captura con fines científicos».

Sea Shepherd ha criticado la decisión del Ministerio y ha asegurado que sus activistas arriesgarán sus vidas para detener la pesca de ballenas, informó la cadena pública NHK.