Una profesora de 44 años se prendió fuego este jueves en el patio de un instituto de Béziers, una localidad del sureste de Francia, y aunque su vida no corre peligro, ha sufrido quemaduras de tercer grado. El colegio Jean-Moulin ha reabierto sus puertas este viernes pero las clases no se reanudarán hasta la semana que viene, según su director.

La maestra, que trabaja en ese centro desde hace diez años, perdió el año pasado a un sobrino que era como un hijo para ella y desde que se reincorporó trabajaba a tiempo marcial, según la emisora de radio francesa RTL.

El fiscal de la República en Béziers, Patrick Mathé, dijo que la mujer seguramente "saldrá de ésta". El ministro de Eduación, Luc Chatel, que visitó a la paciente el jueves en un hospital de Montpellier, dio las gracias al personal y los alumnos del colegio "por la forma en que reaccionaron y se hicieron cargo de la víctima".

"Este momento es para la reflexión y la emoción; Más adelante, la investigación esclarecerá la situación y dirá qué la llevó a una acción desesperada como ésta", añadió Chatel, que no confirmó ni negó la relación entre el intento de suicidio de la profesora y su actividad profesional.

Los padres de varios estudiantes han revelado que la docente, que enseñaba Matemáticas, sufría una depresión nerviosa y había tenido conflictos con algunos alumnos que la consideraban muy severa y no estaban de acuerdo con sus métodos.

Según varios testigos citados por el periódico 'Midi Libre', la mujer se echó gasolina por el cuerpo tranquilamente, se prendió fuego y gritó delante de varios alumnos: "¡Es por  ustedes! y "No, déjenme en paz, no necesito ayuda".