Vestidos de blanco, con un moño negro en el hombro y pancartas que exigían que los ductos de Petróleos Mexicanos se "fueran" de San Martín Texmelucan, las víctimas de la fatídica explosión marcharon en silencio por las calles, en memoria de sus familiares fallecidos hace un mes y que se mantienen en pugna para que Pemex termine de pagarles la indemnización.
Al grito de "Pemex, nos robaste nuestra tranquilidad, queremos que te vayas para tener seguridad", inició la marcha en el monumento de los Hombres Fuertes, donde se dieron cita alrededor de 300 personas.
Las consignas que se vislumbraban en las pancartas que los manifestantes llevaban entre las manos eran, entre otras, "No más ríos de fuego, pedimos reubicación", "Pemex no cumple", "Dónde está el presidente, que responda por lo sucedido, sólo se escondió como rata", "No más infierno", "Queremos tranquilidad", "Queremos peritaje, no más calumnias".
"Queremos peritaje, no más calumnias".
Unidos bajo el lema "El pueblo unido jamás será vencido", los contingentes se agruparon por bloques; el primero lo encabezaron los inconformes porque Pemex no les cumplió con el pronto pago de sus pérdidas, "no nos han pagado ni un peso, ya metimos todos los papeles y nos ponen puras trabas, nos tratan como limosneros cuando no tenemos ni para comer", exclamó Abelina Ramírez, quien perdido a ocho familiares en la explosión.
Por otra parte, Karina Ramírez, pariente de los ocho fallecidos, pugnó por la justicia de las autoridades; afirmó que el compromiso fue pagarles 60 mil pesos por cada familiar que quedó vivo, pero no les han cumplido, "en la casa vivían 30 personas murieron 8 y nos quedamos 22, y a ninguno nos han pagado los 60 mil prometidos".
El siguiente bloque lo conformaron los habitantes de San Damián, quienes exigen un peritaje estructural del subsuelo para garantizarles que no tienen daño grave sus hogares. Elisa Macías, presidenta de la colonia, aseveró que sólo han analizado 4 de los 62 edificios ‚Äîcada uno con 8 departamentos‚Äî que conforman a la unidad habitacional, "todos somos damnificados, no sólo los cuatro edificios".
Con la exclamación de "no más lágrimas, nuestros hijos no pueden dormir tranquilos", las madres de familia encabezaron el siguiente bloque; niños de todas las edades las acompañaban sosteniendo en su mano pancartas con el lema "Tengo miedo" y al son de "Nosotros lo vivimos", Aremis del Carmen, madre de dos niños, afirmó que no pueden dormir tranquilas sin voltear en la madrugada a las ventanas para ver que las llamas no las alcancen, "nuestros hijos están traumados, necesitan ayuda".
Arriban a la zona del desastre
Los manifestantes siguieron su marcha sobre la prolongación de la 16 de Septiembre exhortando a la ciudadanía a sumarse a la marcha. "Hoy fuimos nosotros, mañana pueden ser ustedes", "el pueblo callado jamás será escuchado".
Al llegar a la "zona cero" los manifestantes exclamaron "este piso huele a muerte"; alumbrados por la luz de la luna, con paso lento, las lágrimas en los rostros y la voz quebrantada todos comenzaron a rezar el Padrenuestro y el Ave María, al mismo tiempo que marcharon en silencio por la calle del terror, como ellos la llamaron.
Tras recordar a sus familiares fallecidos y guardar un minuto de silencio, dejaron en claro que la marcha "es por la falta de respuesta de las autoridades municipales y del gobierno del estado".
Así, siguieron su caminar hasta la última parada en las afueras de la presidencia municipal, donde todos exigieron que saliera Noé Peñaloza, el presidente municipal. "¿Dónde está el presidente? Durmiendo", replicaban; Rosendo Ramírez Méndez perdió a siete familiares en la explosión y en voz de los manifestantes exhortó a las autoridades a darles pronta respuesta para el pago justo de sus pérdidas, "con base en qué criterios están haciendo los pagos, lo material como quiera se recupera, pero las vidas de nuestros familiares no tienen valor".
La demanda
-Hacer peritaje de los hechos, para saber en qué condiciones están los ductos
-Reubicación de los poliductos en zonas más alejadas de las poblaciones
-Vialidades de entrada y salida de cuatro carriles para una fácil evacuación
-Más bomberos y con mejor equipamiento
-Hospital moderno y dotado
-Sistema de Protección Civil actual
-Un Atlas de las zonas de riesgo
Con marcas imborrables
Los habitantes de Texmelucan requieren de ayuda psicológica, pues a un mes de la explosión no han podido olvidar las llamas de más de 30 metros y la nube que cubrió a San Martín; las escenas que vivieron son difíciles de borrar principalmente de la mente de los niños y de las mujeres, "aún no pueden dormir tranquilos, mis hijos lloran cada vez que recuerdan la explosión".
Las consignas
"Con base en qué criterios están haciendo los pagos, lo material como quiera se recupera, pero las vidas de nuestros familiares no tienen valor."