Felipe Calderón señaló que el repliegue del gobierno federal "significaría darles el paso franco y licencia para matar", y tras lamentar los recientes homicidios en Tamaulipas y Morelos, dijo que la violencia que hoy padece México es generada por el crimen, "que avanza sobre la debilidad de las instituciones y sobre el titubeo de los gobernantes".

En la toma de protesta del Consejo Nacional Directivo 2011-2012 de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, reconoció que se debe exigir que el gobierno cumpla su responsabilidad en seguridad "y así lo aceptamos en el gobierno federal", pero también es indispensable la unión contra la criminalidad, que es el verdadero enemigo de México.

El mandatario insistió en que se debe lanzar un "¬°Ya basta!" a los criminales y a los enemigos de México, así como a quienes optan por la inacción por la apatía o por la indolencia.

Pidió decir "¬°Ya basta!" a las autoridades y políticos que se escudan en un doble discurso y no cumplen su labor, a quienes pretenden aprovechar el dolor de las víctimas para alimentar sus intereses y a quienes quieren ver a México dividido y no descansan sembrando el encono, el miedo, la duda o el odio.

En el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, el titular del Ejecutivo federal pidió unir fuerzas para seguir adelante, con la convicción de que esta lucha es de todos los mexicanos y prevalecerá el interés de México "por encima de los intereses parciales y perversos de los criminales".

Dijo que en los hechos ocurridos en San Fernando, Tamaulipas, el gobierno no se detendrá hasta capturar a todos los integrantes de esa "célula criminal" y a sus cómplices.

Informó que giró instrucciones para aumentar la presencia, aún más, de las fuerzas federales en todo Tamaulipas, en el noreste del país, incluyendo Nuevo León, parte de Coahuila y de San Luis Potosí, y se reforzarán los operativos para garantizar la seguridad de las familias.

El homicidio de migrantes en Tamaulipas, la muerte de jóvenes en Morelos, o la pérdida de vidas en cualquier parte del país, por supuesto que lastima y entristece, expresó, y al mismo tiempo indigna porque revela qué clase de criminales "estamos enfrentando".

Aclaró que no sólo se habla de bandas de narcotraficantes, sino de "mafias" que viven de asaltar a la gente en la carretera, del tráfico de personas, del secuestro y de la extorsión, por lo que "estamos enfrentando a asesinos que viven de la violencia".

Sostuvo que esa violencia fue la que asesinó a los jóvenes en Morelos, la que secuestró y mató a los migrantes de Tamaulipas, por lo que es erróneo ‚Äìinsistió- pensar que desaparecerá si el gobierno deja de actuar en contra de los criminales.

Explicó que el gobierno federal está actuando en auxilio de la población para defenderla del crimen y de los criminales, "y lo hacemos con todo, y con todo lo mejor que tenemos: con nuestra Policía Federal, con nuestro Ejército, con nuestra Armada".

Dejó en claro que la lealtad, el profesionalismo, la capacidad, la disciplina y la fuerza de los soldados, marinos y policías federales es lo que permite hacer frente a las bandas criminales, y capturar a sus principales líderes y sicarios.

El presidente Calderón urgió a que todos los gobiernos, y específicamente los estatales y municipales, también actúen y, por lo pronto, depuren, capaciten y fortalezcan a sus cuerpos policiacos.

Subrayó que no es posible que en muchos lugares la policía no sólo no cumpla su responsabilidad, sino que incluso trabaje en favor de los delincuentes.

Por ejemplo, dijo, es ofensivo e inadmisible que en San Fernando los policías municipales son señalados por algunos testigos por haber ayudado a brindar protección e información a Los Zetas, que perpetraron esta barbarie.

"Esto es inadmisible", puntualizó, al comentar que la violencia se va a controlar, verdaderamente, cuando en cada municipio o en cada estado haya gobernantes, policías, Ministerios Públicos y jueces que de veras quieran enfrentar y acabar con el crimen, "y no hacerse a un lado".

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