Las criadas es un drama de aproximadamente 90 minutos que propone una búsqueda desesperada de la identidad a partir de los personajes de “Clara”, “Solange” y “La señora de la casa”, donde cualquiera puede ser una de las otras.
Sin embargo, la atención principal se centra en las dos sirvientas que son hermanas, ellas se quieren, se odian y a su vez sienten esos mismos sentimientos con su “patrona o señora de la casa” sin pensar que sin “patronas” no existirían “las criadas”.
Por su parte, la señora de la casa también juega un papel de falsedad en cuanto a sus sentimientos, ya que por momentos aparenta que quiere a sus “criadas”, pero lo cierto es que nadie es verdaderamente sincera y hace que toda la convivencia sea una falsedad por la conveniencia de algo determinado y donde cada una sacará el mayor provecho de la otra, llevándonos a situaciones reales donde hay plena identificación en los personajes.
Las criadas, escrita en 1947, estuvo basada entre otras cosas en un suceso real que conmocionó a la opinión pública francesa, en donde en ese entonces las hermanas Papín asesinaron cruel y brutalmente a la señora de la casa Lancelin y a su hija, por lo que Jean Genet retoma este hecho sangriento en donde no se oculta la realidad y se hace conciente la relación de “amo y esclavo” que está presente en todas las épocas.
Magistralmente en la puesta se ve cómo el autor francés cambia los roles invirtiendo el bien y el mal como una técnica visible de la falsedad de los valores, llevándonos a la reflexión, dice Amancio Orta, director de la puesta.
“Nos parece en primera instancia que el reto de tomar un clásico del teatro universal es una buena oportunidad de revalorarlo y enmarcarlo de nuevo mediante un contexto contemporáneo, sin que pierda sus valores sociales y culturales.”