Se lo había pedido una y otra vez el partido y hoy lo ha hecho. El senador socialista Casimiro Curbelo ha presentado su renuncia a su escaño en la Cámara Alta tras su detención la pasada semana después de protagonizar un incidente con la Policía en Madrid tras ser expulsado de una sauna. De momento, continúa como presidente del Cabildo de La Gomera, pese a las voces que exigen su dimisión.

Durante el fin de semana, diversos dirigentes socialistas, entre ellos el vicesecretario general, José Blanco, y la directora de la campaña electoral, Elena Valenciano, habían pedido su dimisión. La renuncia, que tiene carácter inmediato y firme y que ha sido comunicada esta tarde a la Ejecutiva Federal del PSOE.

"Se trata de una decisión personal. Renuncio porque quiero demostrar mi inocencia y la de mi hijo. Y quiero hacerlo como un ciudadano más, sin el privilegio que supondría permanecer con el fuero que otorga el escaño de senador", dice textualmente Curbelo en su comunicación al partido.

Una decisión "sensata", añade, tomada tras una "profunda reflexión" y que busca el mejor camino para que se esclarezcan los hechos y que se conozca "toda la verdad de lo que ocurrió aquella noche".

Curbelo, acompañado de su hijo y un amigo estaban aquella noche en un reservado con chicas -con actitud chulesca, según los testimonios- cuando el político rompió una mampara que provocó su expulsión del local. Indignado por el trato, se dirigió a una comisaría de Policía donde se produjeron los altercados que terminaron con su detención, informa Luis F. Durán.

Al llegar a la comisaría, Curbelo inició una discusión con los agentes. "Vosotros sois policías y estáis a mi servicio. Os paga el erario y no me identifico, soy senador", fueron algunos de los gritos que el político profirió a los agentes en evidente estado de embriaguez. Tras los gritos y la agresión a uno de los policías -acabó la disputa con un parte de lesiones- el senador fue detenido junto a su hijo y permaneció en comisaría unas siete horas.

El senador electo por La Gomera quedó en libertad alrededor de las 14.00 horas del jueves después de que la Policía le abriera diligencias por un presunto delito de atentado a agentes de la autoridad.

Según los policías, Curbelo les amenazó y les insultó. "Sois unos terroristas, borrachos, hijos de puta, sinvergüenzas. Soy senador y voy a ir uno por uno a por vosotros, voy a acabar con vuestras carreras, que estáis pagados por los putos fachas del Partido Popular. Sois unos putos vendidos", son las palabras que dirigió el político a las fuerzas del orden.