La Administración Federal Antidrogas (DEA) colaboró con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) en la polémica operación "Rápido y Furioso", reconoció hoy su directora Michelle Leonhart.

Los agentes de la DEA ayudaron a recolectar evidencia en los casos de trasiego de armas en Phoenix y El Paso, además de cooperar en el único encausamiento judicial emanado de la operación, que incluyó acusaciones contra 20 acusados.

La admisión de Leonhart, la primera en que otra agencia federal además de la ATF acepta haber participado en "Rápido y Furioso", fue hecha en una carta enviada al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes y obtenida por el diario Los Ángeles Times.

El contenido de la carta sigue a revelaciones del presidente del Comité, el republicano Darrell Issa, quien en julio pasado dijo que los contrabandistas que era rastreados por ATF, pudieron haber sido informantes pagados por la DEA y el FBI con dinero del erario local.

En una carta al procurador general Eric Holder, Issa y el senador republicano por Iowa, Charless Grassley, expresaron entonces sus preocupaciones por el involucramiento de la DEA y el FBI, incluida la posibilidad de que tenían conocimiento y trabajaban con sospechosos de "Rápido y Furioso".

“Tenemos indicaciones de varias fuentes que algunos de los principales contrabandistas que la ATF quería investigar por tráfico de armas ya eran conocidos por otras agencias y pudieron haber sido pagados como informantes”, señalaron los legisladores.

Pero en la misiva al Comité, la directora de la DEA precisó que su involucramiento fue indirecto toda vez que la ATF estaba a cargo de la operación. Asimismo señaló que participaron a petición de la agencia encargada del control de las armas de fuego.

Entre las acciones que realizó la DEA se incluyen la obtención de números telefónicos y direcciones de sospechosos, así como el pago de lingüistas para la traducción de comunicaciones interceptadas.

En total, la operación "Rápido y Furioso" -que está siendo investigada por el inspector general del Departamento de Justicia- permitió el trasiego ilegal a México de más dos mil rifles de asalto y 50 rifles tipo francotirador, además de miles de municiones.

NTX/JLZ/SBE