El exdiputado local Pablo Fernández del Campo rechazó que “vayan a agachar la orejas” y aceptar una imposición por parte de la Comité Estatal para la presidencia del Revolucionario Institucional, e indicó que, de ser necesario, sea con la vigilancia de la dirigencia nacional en el proceso.

Fernández del Campo comentó que la actitud de Carlos Meza no sorprende, pues es una persona que se ha echado siempre hacia delante y su postura es sensata, al indicar que no deben permitirse imposiciones.

Dijo que este proceso es importante, sobre todo si quieren ganar la elección de 2012, “de ser necesario que el Comité Ejecutivo Nacional vigile el proceso, hay que llamarlo para que sea el que garantice la transparencia y haya condiciones de triunfo para el 2012”.

De no darse el proceso transparente y generar fracturas al interior del PRI estarían en riesgo de perder las elecciones en la capital del estado. Señaló que no pueden mandar señales de imposiciones y comenzar a repetir los métodos que se llevaron al fracaso en 2010.

Cuestionado sobre la propuesta de que sea Adela Cerezo Bautista, Pablo Fernández del Campo señaló que eso es una falta de respeto a la militancia. “Adela Cerezo, junto con muchos otros militantes tiene el activo, el perfil, el currículum, pero no se puede manejar por una declaración que se designe a una persona a un cargo de vital importancia para el Revolucionario Institucional, sobre todo cuando se acerca el proceso más importante no solo para el estado, sino para todo el país, ya que hay que rescatar a México”.

Pablo Fernández declaró que la elección tiene que hacerse mediante los procedimientos que marca el propio partido y si antes se hacía de una forma impositiva, disfrazado mediante un consejo político, hoy los priistas tienen que ser especialmente cuidadosos de que el procedimiento y la forma sea fondo.

El procedimiento es el que marcan los estatutos, y el más valioso es el que deriva del consenso, del acuerdo, sobre todo de abrirse a todos los grupos.

El aspirante a la dirigencia del Comité Municipal de la capital indicó que ahora hay que demostrar que no hay grupo más importante que la militancia, por encima de cualquier grupúsculo que se sienta influyente o importante, pues por encima de esos intereses de grupo está la propia unidad del partido.