Con la pregunta ¿hasta cuándo?, cientos de personas entre familiares  y amigos de la periodista poblana Marcela Yarce Viveros, le dieron el último adiós luego de ser asesinada el pasado 1 de septiembre en la ciudad de México, junto con la también comunicadora Rocío González Trapaga, sin que hasta el momento hayan sido detenidos los responsables.

A tres días de su asesinato, ayer fue sepulta la periodista Marcela Yarce en el Panteón Francés ante el reclamo de familiares, amigos y periodistas, de que cese la violencia en México.

Luego de que el pasado jueves fuera encontrado su cuerpo en un terreno del Distrito federal, y tras haberle practicado la autopsia de ley y ser velado la noche de ese mismo día en la ciudad de México, el viernes por la tarde fue trasladado a la ciudad de Puebla, de donde era originaria.

En los funerales de la 3 Sur y 21 Poniente, sus compañeros de universidad y familiares repetían una frase en común “no era la forma”, luego de que los medios nacionales han dado cuenta de algunos detalles del homicidio.

En los servicios se recogieron algunos comentarios de amigos y familiares:

“La conocí hace más de 20 años, antes de que se fuera al Distrito Federal, siempre le entró al trabajo, era una mujer siempre sonriente, le gustaba soñar, crecer profesionalmente, por ello la reconocían en el Distrito Federal, donde realizó la mayor parte de su carrera política, y nos preguntamos ¿por qué de esa forma?.

”Hace 15 días comimos en Huejotzingo en la casa de un excompañero de la universidad, estaba sonriente como siempre, nos dijo que le harían una operación y nos enteramos que salió bien, el jueves supimos por Internet lo que había sucedido y nadie lo podía creer.

”Machis nunca olvidó a sus amigos, venía a Puebla a las reuniones con sus excompañeros, y duele más la forma en que unos cobardes la mataron.

”¡Hasta cuándo seguirá esto!, ¿nuestros hijos estarán seguros, podrán salir a la calle a la luz del día?, ¿o viviremos encerrados?”

Orar por los delincuentes

En la misa de cuerpo presente, el sacerdote indicó “voy a pedir algo que podrá escucharse como contradictorio pero es una necesidad, pidamos por aquellos que le quitaron la vida a Marcela.”

Ante la mirada de los asistentes, el sacerdote explicó “hay que pedir por ellos para que cambien su manera de actuar y no sigan asesinando a sus semejantes, que ya no haya más muertes de este tipo.”

Reconoció que más de uno de los asistentes pensaba otras cosas para los responsables, pero lo importante insistió en que hay que pedir que no sigan matando inocentes.

Entre viernes y sábado llegaron tanto a la capilla como al Panteón Francés cientos de personas entre familiares y amigos, entre ellas se encontraba su prima política, la expresidenta municipal Blanca Alcalá Ruiz, algunos reporteros que fueron sus compañeros de fuente hace 22 años.