Más de 100 personas han muerto en Camboya y Vietnam, mientras decenas de miles de personas han sido desplazadas tras las lluvias monzónicas que siguen causando estragos en todo el sudeste asiático.

El sur de Vietnam registró esta semana las peores inundaciones a lo largo del río Mekong, en los últimos 11 años. Las fuertes lluvias inundaron las casas, arrasaron puentes y obligaron a miles de personas a huir de sus hogares.

Esta situación podría empeorar en la región si el tifón Nesat, que mató al menos a 39 personas en China esta semana, recupera su fuerza cuando entre al norte de Vietnam este viernes, indicaron autoridades en Hanoi.

Las inundaciones también están afectando a cientos de miles de personas en India, Filipinas y Tailandia.

Una tercera parte del territorio tailandés se vio inundado y Chiang Mai, una de las mayores ciudades, se prepara para una evacuación masiva.

El gobierno de Manila está de nuevo en estado de alerta por el segundo tifón en menos de una semana, cuando apenas están trabajando para poner a salvo a 120 mil personas afectadas por el Nesat.

Al menos 43 personas perdieron la vida en Filipinas por el paso del tifón que arrastró vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y rachas de hasta 170 kilómetros por hora.

Los servicios de rescate buscan a los 30 desaparecidos aprovechando que el clima ha mejorado tras el paso del tifón, que se dirige hacia el sur de China.

Desde finales de julio, las prolongadas inundaciones por las lluvias torrenciales, tifones y tormentas han causado estragos incalculables en la región, que incluye también a Pakistán, dejando más de 450 personas muertas o desaparecidas en varios países.