Los aspirantes a la dirigencia del Comité Municipal del Partido Revolucionario Institucional, José Rocha y Pilar Portillo, anunciaron que van a impugnar al Comité Directivo Estatal que encabeza Juan Carlos Lastiri Quirós por haber “violentado” los estatutos del tricolor que llevarán a la designación de un delegado que encabece al priismo en la capital.

En conferencia de prensa, ambos aspirantes señalaron que es mentira que se hayan opuesto a la unidad, e indicaron que la dirigencia estatal en todo momento omitió y violentó los acuerdos y estatutos, dejando a un lado la obligación de aplicar el estricto cumplimiento de los mismos.

“Quien rompe con los acuerdos es la dirigencia, al no da dar a conocer los resultados en votación interna entre los 16 aspirantes”, dijeron.

Además, indicaron que las imposiciones no le gustan a nadie y la sociedad cobra esa falta de democracia el día de las elecciones, “de hacerse necesario, nos veremos obligados a impugnar acciones contrarias al derecho que como militantes nos confieren los estatutos y órganos internos del PRI”.

Pilar Portillo, al leer un comunicado, señaló que hay violaciones a los estatutos como el artículo 153 que señala: “El proceso interno para elegir dirigentes deberá regirse, en lo general, por las disposiciones de este estatuto, del reglamento y la convocatoria respectiva, obligando la paridad de género y un tercio de jóvenes”.

Asimismo, señaló que el artículo 159 del mismo estatuto en ningún momento marca que la elección pueda ser por acuerdos políticos de los grupos que existen en Puebla.

Dijo que el artículo 161 indica que la convocatoria para la elección de dirigentes esta será expedida por el comité de nivel inmediato superior, situación que no hizo Lartiri Quirós.

Los inconformes manifestaron que la dirigencia omitió demasiados artículos, por lo que se podría impugnar su actuar ante las instancias correspondientes.

Por su parte, José Rocha señaló que el problema fue que se quiso imponer a un miembro del marinismo, y primero se pensó en Pablo Fernández del Campo, posteriormente en Juan de Dios Bravo Jiménez, y por último en Claudia Hernández Medina.

“Al ver que no había el apoyo para los marinistas, se decidió no efectuar la elección democrática”, concluyó.