El Congreso argentino comenzó hoy a debatir una legislación sobre “muerte digna”, lo que desató ya un debate ante la posibilidad de que pacientes terminales tengan el derecho de negarse a recibir tratamientos médicos.

Los diputados se reunieron en comisiones para analizar cinco proyectos que prevén el respeto a la calidad de vida de pacientes con enfermedades irreversibles, en estado vegetativo o de agonía.

El debate se polariza entre quienes rechazan la eutanasia y anteponen el deber médico de preservar la vida de cualquier enfermo y los que cuestionan el sufrimiento que se produce en el propio paciente y en sus familiares ante situaciones extremas.

Por ser un tema tan complejo, se prevé que será llevado a votación al pleno hasta el año próximo, una vez que se realicen audiencias públicas con especialistas médicos, comités de bioética, representantes católicos, organizaciones civiles y funcionarios.

Entre las iniciativas que ya están elaboradas, destaca la firmada por la diputada oficialista Liliana Fellner, quien especifica el derecho a la protección de la calidad de vida frente a diagnósticos médicos y tratamientos invasivos.

Por otra parte, el diputado socialista Jorge Rivas propuso cambios a la Ley sobre Derechos del Paciente, Historia Clínica y Consentimiento Informado para que incorpore la figura de “muerte digna”.

En su proyecto, Rivas criticó que algunos tratamientos médicos se basen en la “negación de la muerte” a través de “medidas desproporcionadas que prolongan la vida de forma artificial, penosa y gravosa".

En concreto, el legislador propone que el paciente pueda tomar decisiones autónomas para elegir los cuidados paliativos integrales que quiere recibir, así como la suspensión de tratamientos.

La discusión está avanzada en la Legislatura de Buenos Aires, en donde los partidos ya tienen elaborado un proyecto que contempla la autonomía de las personas para decidir el modo en que afrontarán situaciones de salud críticas o irreversibles.