Funcionarios y expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD) expresaron hoy preocupación por la alta tasa de homicidios en América vinculadas con armas de fuego.

En Europa 21 por ciento de los homicidios se cometen con armas de fuego, pero en América el porcentaje llega a 74 por ciento, sostuvo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en conferencia para analizar el Informe Global sobre Homicidio, lanzado por ONUDD.

Nadie puede negar que el tema de las armas de fuego en nuestra región es un tema fundamental”, indicó Insulza al afirmar que el informe divide al mundo en 15 subregiones, de las cuales las cuatro primeras donde porcentualmente se cometen mayores homicidios con armas de fuego son: Centro, Sur, Norteamérica y el Caribe.

Agregó que por eso es importante que todos los países apoyen acuerdos para regular el tráfico ilícito de armas de fuego que sigue “sin freno” hacia México y Centroamérica.

En Centroamérica, uno de cada 50 hombres de 20 años será asesinado antes de llegar a los 31 años de edad. Este riesgo es casi 400 veces mayor que en ciertas partes de Asia, en donde las tasas de homicidios están entre las más bajas de mundo, de acuerdo con el informe.

El 31 por ciento de los 468 mil homicidios registrados en todo el mundo se produjeron en las Américas, según el Informe, que indicó que los hombres jóvenes de América Latina y el Caribe tienen un mayor riesgo de morir a causa de homicidio transnacional, pero que las mujeres están en mayor riesgo de ser asesinadas en episodios de violencia doméstica.

En cuanto al creciente número de homicidios en Centroamérica y el Caribe, el informe muestra que casi tres de cada cuatro asesinatos se cometen con un arma de fuego, la tasa más alta que cualquier región del planeta.

En la conferencia participaron además el secretario de Seguridad Multidimensional de la OEA, Adam Blackwell; el representante Regional para México, Centroamérica y Caribe de ONUDD, Antonio Mazzitelli, y uno de los autores del estudio de ONUDD, Enrico Bisogno, entre otros.

Con base en la evidencia existente, la OEA ha desarrollado importantes instrumentos destinados a apoyar a sus estados miembros en el registro y destrucción de armas de fuego” señaló Blackwell.

Agregó que “la Convención Interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales” es el marco regional en el que se desarrollan los esfuerzos.

Mazzitelli dijo por su parte que “el informe revela que el crimen organizado está afectando a cada vez más países de América, lo que a su vez deriva en un incremento de la violencia en las calles”.

"La proliferación de armas es un gran problema en muchas regiones del mundo. Existen, sin embargo, los instrumentos jurídicos internacionales que pueden ayudar a los países a detener estas muertes”, indicó.

Sostuvo que “el Protocolo de Armas de Fuego, por ejemplo, puede ayudar a evitar el tráfico de armas, que en última instancia conduce a la intensificación de la violencia y el aumento de los homicidios".

Bisogno señaló, por su parte, que además de las armas del fuego y el crimen organizado, también afectan en gran medida la tasa de homicidios factores como el desarrollo humano, la desigualdad de ingresos, el desempeño económico y las desigualdades de género.