A una semana del terremoto de 7.2 grados que sacudió el este de Turquía, las autoridades comenzaron hoy la remoción de los escombros de los edificios destruidos, al acabarse la posibilidad de hallar sobrevivientes, mientras suman 596 los muertos.

Pese al rescate con vida de un niño de 12 años en el distrito de Ercis, las Oficina de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) ordenó la víspera la suspensión oficial de las labores de rescate y comenzar la remoción de escombros con el apoyo de maquinaria pesada.

En un comunicado difundido en su página en Internet, la dependencia explicó que después de no encontrar a ninguna personas con vida en las últimas 24 horas y las escasas posibilidades de hallar a más, la AFAD determinó que la prioridad ahora son los afectados.

Las labores de los socorristas y voluntarios se concentrarán en apoyar a las miles de familias que se quedaron sin hogar y que han sido ubicadas en refugios improvisados y tiendas de campaña, así como el retiro de los restos de las construcciones destruidas.

La situación de los damnificados se agrava ante la proximidad del invierno y las bajas temperaturas que comienzan a sentirse en amplias zonas de Turquía, ya que estando en casas de campaña quedarían prácticamente desprotegidos.

La AFAD precisó que los equipos de socorro lograron rescatar entre los escombros a al menos 231 personas con vida, mientras que el número total de víctimas fatales hasta ahora contabilizado llegó a 596, 14 más respecto al balance anterior, publicados el sábado.

De acuerdo con el reporte de este domingo de la oficina de gobierno, el terremoto de hace una semana dejó también al menos cuatro mil 150 personas con diversas heridas, según un reporte de la edición electrónica del diario Hurriyet.

El mayor número de víctimas y daños se registra en Ercis, la zona más afectada por el fuerte sismo y su decenas de réplicas de hasta 6.0 grados en la escala de Richter que se registraron durante la semana.

El viceprimer ministro turco Besir Atalay, quien realizó la víspera un recorrido en algunos de los campamentos, se comprometió a brindar la máxima ayuda a los afectados y entregarles cobertores y alimentos suficientes.

Pese a las esfuerzos de las autoridades, los afectados se quejan de la lentitud con la que se entrega la ayuda y la insuficiencia de alimentos, razón por la que se han registrado saqueos a comercios y actos de violencia en algunas zonas de Ercis y Van.

El terremoto de 7.2 grados Richter se registró el pasado 23 de octubre a las 13:41 horas turcas (10:41 GMT) y su epicentro fue localizado a 35 kilómetros al noreste de la ciudad de Van en la aldea de Tabanli, a 94.5 kilómetros de profundidad.

Turquía es atravesada por grandes fallas geológicas, que provocan a diario temblores aunque de escasa magnitud. Dos personas perdieron la vida y 79 resultaron heridas en mayo pasado cuando se produjo un sismo en Simav, en el noroeste turco.

Dos grandes terremotos registrados en 1999 causaron la muerte de más de 20 mil personas y miles de heridos en el noroeste del país europeo.