A pesar de la desaceleración de la economía, las finanzas públicas de México se mantienen sólidas, lo que representa una “armadura” contra la volatilidad financiera externa, destacó BofA Merrill Lynch Global Research (BofAML).

De acuerdo con el economista en jefe para México de BofaML, Carlos Capistrán, dijo al menor ritmo de la actividad económica y la alta volatilidad del ambiente externo, las finanzas públicas aún muestran bajos déficits y un buen manejo de la deuda pública.

Esto representa una parte de lo que hemos llamado la armadura de México contra la volatilidad financiera y será ventajoso en caso de que se materialice un choque de Estados Unidos o de Europa en los próximos meses”, planteó.

Estimó que el bajo cociente de deuda/PIB y las bajas proyecciones de déficit, así como el enfoque en reducir la vulnerabilidad de la deuda a las problemáticas externas, ayudarán a la economía a rebotar de manera rápida en caso de ser necesario, como sucedió en 2010, cuando se registró un crecimiento de 5.4 por ciento anual tras la caída de 6.12 por ciento anual de 2009.

En el análisis “México: las finanzas públicas se mantienen sólidas”, el especialista consideró que hasta ahora, el déficit público es compatible con lo aprobado por el Congreso de la Unión para este año, de 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), excluyendo la inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Además, añadió, tanto los ingresos presupuestarios como el gasto total aumentaron en términos reales contra el periodo enero-septiembre de 2010, según los resultados de las finanzas públicas al tercer trimestre de 2011, dados a conocer recientemente por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En nuestra opinión, las finanzas públicas se mantienen sólidas y menos vulnerables a los choques externos que en otros tiempos, otorgando espacio de maniobra tanto a la política fiscal como a la monetaria, en caso de que el ambiente externo empeore”, resaltó.

Detalló que entre enero y septiembre pasados, los ingresos del sector público crecieron 6.4 por ciento anual en términos reales, con un avance de 13.5 y 3.0 por ciento para los ingresos petroleros y los ingresos tributarios no petroleros, respectivamente.

Por su parte, indicó, el gasto total del sector público se elevó 5.9 por ciento anuales reales, con un crecimiento de 7.2 y 15.3 por ciento para los rubros desarrollo social y seguridad, en el mismo orden.

Respecto al déficit público, Capistrán consideró que éste se dirige a la meta de 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2011, pues al tercer trimestre del año sumaba 179 mil millones de pesos, cifra menor a los 356 mil millones de pesos aprobados para todo el año.

De acuerdo con la correduría, excluyendo la inversión de Pemex, el déficit asciende a 29.8 mil millones de pesos, menor a los 70.2 mil millones de pesos aprobados, y compatible con la meta anual de 0.5 por ciento del PIB.

El directivo de BofaML aseguró que la Ley de Ingresos para 2012 refleja una actitud responsable, a pesar de que tras su aprobación por parte del Congreso, el déficit público se elevó de 0.2 a 0.4 por ciento del PIB propuesto por el gobierno federal.

Sin embargo, aclaró, debe considerarse que el Congreso revisó a la baja la proyección de crecimiento 2012, a 3.3 por ciento del 3.5 por ciento que preveía la Secretaría de Hacienda, y mantuvo el precio de referencia del crudo mexicano a 84 dólares por barril.

Por otro lado, también para el próximo año, elevó el estimado de la producción petrolera a 2.56 millones de barriles, así como el tipo de cambio contra el dólar, de 12.2 a 12.8 pesos por dólar, añadió.

A pesar de que el costo del subsidio a la gasolina será cercano a 1.0 por ciento del PIB al cierre de este año, las autoridades han señalado que esta subvención implícita no representa presiones sobre las cuentas fiscales.

Los precios de la gasolina no tendrán un impacto importante sobre la inflación en el corto plazo, pues las autoridades han dicho que el ajuste mensual continuará a través de incrementos similares a los observados hasta ahora y que no se observará un efecto base adverso como en 2010, expresó.

Más allá de la situación económica actual, las finanzas públicas de México necesitan fortalecerse, pues los ingresos tributarios siguen aportando una proporción baja del PIB (9.6 por ciento), existe una alta dependencia de los ingresos petroleros (32.9 por ciento de los ingresos totales) y aún se implementan subsidios caros y regresivos, como el de la gasolina, acotó.

Por el lado del gasto, puntualizó que quizá la problemática más importante es la necesidad de aumentar la transparencia y la rendición de cuentas, particularmente al nivel local.