Los fenómenos climáticos que afectaron al sector agropecuario, como heladas y sequía, impiden calcular el porcentaje en el que crecerá el sector rural este año, aunque se prevé un incremento moderado que garantiza el abasto de alimentos.

En entrevista con Notimex el coordinador general de delegaciones de la Sagarpa, Francisco López, señaló que hasta el momento se han recibido reportes de un millón y medio de productores agropecuarios afectados por fenómenos climáticos de este año.

El funcionario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) aseveró que “se pretende mantener la planta productiva, atender las necesidades de la población y reactivar la inserción de la gente en esa actividad”.

López Tostado expuso que se puede garantizar el abasto de alimentos porque México ha crecido en producción; el año pasado se produjeron unos 24 millones de toneladas de maíz y las expectativas del cierre agrícola para este año es de casi 20 millones de toneladas.

Sin embargo, el consumo humano mensual alcanza entre 800 mil y 900 mil toneladas, lo que permite hablar de 11 millones o 12 millones de toneladas máximo, que se requieren para el consumo humano, “y con los 20 millones que se producirán se garantizaría el circuito comercial”, añadió.

Lo que tiene que hacerse es garantizar que ese maíz esté disponible para el consumo humano y complementar con las importaciones para las necesidades de la industria pecuaria y otras, lo que no es nuevo y obedece precisamente al crecimiento de esa industria.

Respecto al tema de la sequía, señaló que los cinco estados catalogados con sequía extrema son: Durango, Coahuila, Chihuahua, San Luis Potosí y Zacatecas, aunque también Hidalgo, Guanajuato, Querétaro y Nuevo León han sufrido la falta de agua de manera seria; en total suman 19 entidades las que han reportado alguna afectación.

Para atender esa situación se han puesto en marcha instrumentos como el Comité de Seguimiento y Atención a las Sequías, en el que las dependencias federales que tienen que ver con el sector trabajan en tres objetivos fundamentales.

El primero de ellos, detalló López Tostado, es apoyar a los productores para que no pierdan su patrimonio; el segundo es fortalecer el ingreso familiar, y el tercero, asegurar que se puedan reinsertar en la producción ganadera y agrícola.

Para ello se establecieron diversos ejes de acción, entre los que se cuenta mantener las capacidades productivas, por lo que ya están abiertas las ventanillas para hacer la reconversión de cultivos de baja demanda de agua, que permitan fortalecer la oferta de forraje.

En ese rubro se intenta establecer 128 mil hectáreas que permitan fortalecer la oferta, precisó el coordinador de delegaciones.

Otro programa que ya se abrió en esos estados es de ordenamiento ganadero, cuyo objetivo es apoyar con 400 pesos por unidad animal a las cabezas que se destinen a corrales de engorda o al sacrificio, con el propósito de ordenar la carga animal en los agostaderos.

Además se armó un programa de manejo de semilla para que en el próximo ciclo primavera-verano no carezcan de ella en los estados afectados, como es el caso del frijol en Durango.

También se trabaja en un proyecto de fortalecimiento de producción de maíz en estados del sureste, como Campeche, Tabasco, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Puebla, a fin de asegurar que crezca la oferta en el circuito comercial, además, el objetivo es un millón y medio de toneladas de maíz.

Se espera establecer el programa en nueve estados, en zonas que tengan agua, porque que en el ciclo otoño-invierno se espera déficit en los estado del Bajío, así como en Sinaloa, también por falta de agua.

En esa línea se trabaja para reforzar el ingreso familiar con el Programa de Empleo Temporal (PET) en la misma unidad ganadera y está dirigido a generar jornales en las comunidades que tienen más afectación, para que sus habitantes tengan un ingreso seguro.

Por otra parte se realiza un trabajo fundamental de apoyo con el fin de atender todas las obras que la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza) lleva a cabo para la captación de agua y conservación del suelo.

Añadió que Diconsa fortalece su estrategia para asegurarse de que en el esquema de demanda, en este caso de alimentos fundamentales como maíz y frijol, se cuente con el abasto suficiente para que se atienda la demanda y no haya especulación.

Existe igualmente el Componente de Atención de Desastres Naturales en el Sector Agropecuario y Pesquero (Cadena), que permite cubrir más superficie agrícola y más número de unidades animal.

Por eso, para 2011 se tienen cubiertas más de ocho millones de hectáreas agrícolas y más de cuatro millones 200 mil unidades animal, abundó Francisco López Tostado.

De lo anterior resulta que con el pago de las aseguradoras en los estados, se cuenta con casi 600 millones de pesos al corte de la semana pasada como pago de primas, lo que tiene que llegar a los afectados para resarcir parte del daño causado por contingencias ambientales.

El funcionario de la Secretaría de Agricultura refirió que en números globales invertidos en esas coberturas, ya van mil 500 y mil 600 millones de pesos.

El programa de reconversión de cultivos significa una inversión de casi 150 millones de pesos de la Sagarpa; en la reubicación de cultivos de maíz hacia el sur se están invirtiendo unos 220 millones de pesos y en el programa de ordenamiento ganadero otros 182 millones de pesos.

Con esos recursos y otros tantos que proveen otras dependencias, como las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol), la de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la de Comunicaciones y Transportes (SCT) se atiende con más recursos la contingencia, aseveró López Tostado.

“Estamos de lleno en la sequía y al día 18 de noviembre había casi un millón de hectáreas afectadas; de todas las contingencias que se han presentado desde febrero, se habla de un millón y medio de productores perjudicados, entre los que están considerados los agrícolas y los ganaderos”, concluyó el funcionario federal.