Sam Rivers, uno de los grandes saxofonistas estadounidenses considerado como una leyenda del jazz, por su talento en la improvisación y perteneciente a la llamada vanguardia neoyorkina, falleció a causa de una neumonía, a la edad de 88 años, en Orlando.

La muerte del también compositor estadounidense, que colaboró con músicos de la talla de Billie Holliday, Miles Davis, B.B. King y T. Bone Walter, entre otros grandes artistas, fue confirmada por su familia a los medios, este día.

Hijo de músicos, Samuel Carthorne Rivers nació en El Reno, Oklahoma, en 1930, durante una gira musical de sus padres; en Chicago estudió música y técnica instrumental en una escuela católica y posteriormente se matriculó en el conservatorio de Boston, como compositor, violinista y en el saxofón alto.

Rivers también adoptó el estilo “bebop” en los años 50 y realizó distintas giras junto con Billie Holliday, hasta que en 1964 fue contratado por Miles Davis para realizar una gira por Estados Unidos y Japón, en donde grabó el disco en vivo “Miles in Tokyo”.

Además inició junto con su esposa, Beatrice, el movimiento “loft jazz scene”, en el cual se acostumbraba tocar en grandes espacios en desuso, lo cual dio origen a toda una generación vanguardista en Nueva York.

En 1973 su carrera cambió radicalmente, tras su participación en el Festival de Jazz de Montreux, Suiza, para el cual se presentó con el trío conformado por el contrabajista Cecil McBee y el baterista Norman Connors, con quienes obtuvo un gran éxito.

Entre algunos de sus mejores discos se encuentran “Fucsia Swing Song”, “Streams”, “Involution”, “Paragon”, “Waves”, “Dimensions & extensions”, “The quest” y uno grabado con Dave Holland, en 1976, para el sello Improvising, entre otros.