El sector privado mexicano exigió al gobierno de Estados Unidos retirar las alertas que emitió a sus ciudadanos, para no viajar a 17 estados de la República Mexicana.

Asimismo, los empresarios afiliados al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) recomendaron a la administración estadounidense no minimizar la reacción ante las alertas, pues los connacionales podrían dejar de efectuar compras en ese país en represalia.

Esta situación, destacó el CCE, podría derivar en un círculo vicioso con grandes pérdidas económicas para ambos países, como ya sucedió en Sonora y Arizona el año pasado.

El CCE consideró necesario que las autoridades de México y Estados Unidos trabajen en un mecanismo adecuado para evitar ese tipo de alertas, que más allá de proteger la integridad de los ciudadanos, provocan reacciones que a nadie favorecen.

El presidente del CCE, Mario Sánchez, afirmó que resulta injusto que Washington incurra en llamados dramáticos respecto a los problemas de inseguridad que enfrenta México, sobre todo por el estrecho vínculo social y económico que existe entre ambos países.

Indicó que hace algunos días externó esta preocupación al embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne.

“Le mostré mi preocupación en el sentido de que las alertas nos afectan como país; le pedí que realmente analizaran qué está pasando en Estados Unidos, porque la realidad es que cuando pasó algo similar en Sonora, al sentirse agraviada el año pasado, también emitió una alerta diciendo que no fueran a Arizona, porque había problemas en Phoenix y Tucson”.

Después, recordó, la gobernadora de Arizona puso una queja en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

Refirió que el pasado jueves el gobierno de Estados Unidos pidió a sus ciudadanos no viajar a 13 estados de la República Mexicana por lo altos índices de violencia provocados por el crimen organizado, y mostró particular preocupación por el alto número de secuestros.

Asimismo, consideró que los estadunidenses deben eludir zonas, o prestar particular atención en otros 13 estados: Michoacán, Sonora, Sinaloa, San Luis Potosí, Nuevo León, Baja California, Zacatecas, Aguascalientes, Colima, Guerrero, Jalisco, Nayarit y Veracruz.

Ante ello, Mario Sánchez consideró infructuoso que México y Estados Unidos incurran en dinámicas de este tipo, sobre todo cuando el tráfico aéreo de visitantes estadunidenses descendió cuatro por ciento en 2011.

“Hay tanta interdependencia entre los dos países que no lo podemos soslayar, si el comercio que tenemos entre nosotros es de más de 700 mil millones y la diferencia es un poquito más a favor de ellos, de mil 500 el año pasado, lo que deberíamos ver es cómo trabajar en conjunto”.

En ese sentido, dijo que una muestra del estrecho vínculo económico entre ambos países es que durante 1995 el consumo en los estados fronterizos de la unión americana se cayó de manera significativa por la contracción del poder adquisitivo en México.

De ahí que insistió en la necesidad de que ambos países trabajen de manera coordinada en lugar de incurrir en descalificaciones.