La novela “La tejedora de sombras” es la historia del gran fracaso que enfrentan sus protagonistas en su intento de construcción amorosa, afirmó el escritor Jorge Volpi, al presentar su más reciente obra.

“Es la historia de un gran fracaso: el de querer alimentar el amor absoluto en una situación tan extraña”, explicó Volpi al detallar la relación de Christiana Morgan y Henry Murray, personajes de la novela que ganó el Premio Planeta 2012.

“La tejedora de sombras” cuenta la historia desde la perspectiva de Morgan, una talentosa y depresiva mujer adelantada a su tiempo, que durante 42 años mantuvo, el siglo pasado, una relación con Murray, un famoso sicólogo de Harvard.

Ambos fueron alumnos y pacientes de Carl Gustav Jung, creador de la sicología analítica y amigo y luego rival del padre del sicoanálisis, Sigmund Freud, por lo que la novela está marcada por sueños, visiones, ensayos y teorías sicológicas.

Volpi señaló que Morgan y Murray no construyeron una historia de amor, sino de “codependencia, de obsesiones”, y si estuvieron juntos durante 42 años fue “porque no les quedó otra”.

Más que ser la pareja perfecta uno para el otro, afirmó, “son lo único que tienen para no hundirse porque, cuando ella abandona sus tareas intelectuales “decide que su única obra va a ser el amor hacia él”.

En el caso de Murray, agregó, era un hombre muy inteligente “que nunca termina los grandes proyectos que emprende, pero tiene a su lado a una mujer que todo el tiempo le dice lo brillante que es”.

El autor aseguró que, en esta relación tan compleja, “lo que predomina es el egoísmo y la salvación” de los dos, no un amor real.

Por otra parte, Volpi reconoció que al tratar de descifrar la historia a partir de la mirada de Morgan, una mujer acosada por las visiones, se dio cuenta de que los escritores también están colocados en la misma frontera entre la lucidez y la locura.

“Los últimos tres años he convivido cotidianamente con Christiana, una mujer que murió hace 45 años, parece un brote sicótico”, expresó.