Sin retraso, a las 21:00 horas el sueño comenzó a materializarse con la apertura de "In the flesh", que sorprendió a los más de 10 mil amantes del rock progresivo y fanáticos de Pink Floyd.

Ataviado con un atuendo negro, lentes oscuros, y una chaqueta del mismo color y una banda con el símbolo "The Wall", Roger Waters electrizó el ambiente y comenzó el sueño en el que todos cayeron y no quieren despertar.

Con el puño clamando justicia y paz, la leyenda británica inició con "In The flesh", donde un avión perseguido por una ráfaga de metralleta sucumbió ante el muro y se perdió en el infierno del fuego.

Ya con 50 mil personas enardecidas por la interpretación de "Another Brick in the Wall Part 1", Waters dedicó el concierto a "todos los niños de México víctimas de la violencia, las mujeres desaparecidas de Juárez y las víctimas que están ausentes".

A partir de aquí, ya con un helicóptero simulando la búsqueda de prófugos, la aparición de 19 niños de la organización Marabunta y la aparición del títere del "Profesor", Rogers continuará dándole una ilusión a sus fanáticos mexicanos.

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