Héctor Hernández Llamas presentó su renuncia como representante del jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, ante la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), por no haber dejado en claro su rechazo al documento que reconoce a Enrique Peña Nieto como ganador de las elecciones presidenciales.

En su carta de renuncia, el ex funcionario le expresa al mandatario capitalino que reconoce su omisión y asume “las consecuencias de no haber expresado enfáticamente la desaprobación del jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) al pronunciamiento de marras”.

Subrayó que es “sabedor de su postura de respeto irrestricto a las instituciones y al debido curso de un proceso electoral que aún no finaliza, hasta que no haya resuelto al respecto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”.

Aseguró que su intervención como representante del GDF sobre “la presentación de improviso de una propuesta de declaración acerca de la elección presidencial pasada”, fue sólo de voz ya que “la redacción era confusa, poco precisa y que demandaba una profunda revisión”.

Hernández Llamas subrayó que “su redacción final y aprobación para la lectura pública es atribución única y exclusiva de los titulares (gobernadores) con su voto y no de sus representantes en la sesión”.

Luego de la renuncia de Hernández Llamas, el secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano Cortés, envió una misiva al secretario técnico de la Conago, Rolando García Martínez, para informarle que en sustitución se nombró a Javier González Garza.

En el oficio reconoce la labor del organismo, pero subrayó que la administración capitalina “lamenta de manera profunda que algunos actores pretendan utilizar este espacio para direccionar posiciones políticas, como sucedió en la Sesión Ordinaria del 13 de julio pasado”.

Dijo que en la edición XLIII de la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores “se realizó un pronunciamiento que a nuestro juicio invade la esfera de competencia que tiene el órgano jurisdiccional electoral”.