La cantante estadounidense Madonna ofrece hoy el primero de sus dos conciertos en Rusia en el marco de su gira mundial MDNA, en una actuación precedida por el escándalo debido a su apoyo al grupo punk Pussy Riot y a los homosexuales.

A su llegada a este país, Madonna inauguró un nuevo gimnasio de su cadena Hard Candy Fitness y salió en defensa de las tres integrantes de Pussy Riot que están siendo juzgadas por cantar contra el presidente, Vladímir Putin, en el altar de una catedral.

Los abogados de Pussy Riot esperan que Madonna les exprese públicamente su apoyo durante el concierto, sea con una camiseta o de viva voz, como ya hicieran recientemente en la capital rusa los Red Hot Chilli Peppers.

También se espera que Madonna haga una encendida defensa de los homosexuales rusos, a los que las autoridades prohíben celebrar marchas de orgullo gay.

Las organizaciones ortodoxas, que exigen la prohibición de los conciertos en Rusia, adelantaron que quemarán públicamente una foto de Madonna como señal del "futuro castigo divino" y "advertencia de los suplicios que le esperan el más allá".

Madonna actuará este jueves en San Petersburgo, cuyas autoridades aprobaron este año una ley que prohíbe la propaganda homosexual, bajo pena de multa.

Y es que, Hace unos meses, Madonna adelantó en su página de Facebook que durante su concierto en la antigua capital imperial "hablará en favor de la comunidad homosexual para mostrarles su apoyo y dar fuerza e inspiración a cualquiera que esté o se siente oprimido".

Al respecto, un diputado oficialista local, Vitali Milónov, advirtió que si Madonna hace declaraciones a favor de los homosexuales durante el concierto tendrá que pagar una multa de hasta 5.000 rublos (170 dólares o 137 euros).

Otras dos organizaciones sociales rusas han convocado en San Petersburgo una cadena humana en la céntrica Avenida Nevski para expresar hoy su repudio a la cantante.