El científico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Wolf Luis Mochán Backal, al solicitarle tener un mayor criterio al secretario de Seguridad Pública,  Ardelio Vargas, insistió en probar juntos el detector molecular llamada “la ouija del diablo”.

Hoy la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) fijará su postura por la utilización de detectores moleculares en Puebla, luego de que de su similar nacional ya exigió al gobierno federal no utilizarlos, porque creció el número de quejas por cateos ilegales.

En respuesta a las recientes declaraciones del funcionario estatal, el investigador de ciencias físicas de la Máxima Casa de Estudios en México, indicó que la prueba se debe realizar por los derechos humanos de los poblanos.

En una carta enviada a Intolerancia Diario, Luis Mochán le corrige la plana a Ardelio Vargas, al señalar que se debe utilizar el método científico para desechar errores en un detector molecular.

“Cómo ve, entender este procedimiento no requiere  un doctorado en física ni ninguna otra disciplina científica; sólo requiere una actitud crítica”, pide el científico al titular de la Secretaría de Seguridad Pública.

Aunque el funcionario estatal está muy seguro que los aparatos sí funcionan, no aceptó el primer reto del investigador universitario, de probarlos juntos para comprobar su eficacia.

“Yo no soy científico, soy policía, no lo sé, él científicamente me puede enseñar muchas cosas, pero a ser policía yo creo que difícilmente”, dijo en respuesta al reto Ardelio Vargas.

“Ni yo quiero invadir su esfera, y yo soy muy respetuoso, él puede invadir lo que quiera, pero no a ser policía, yo no puedo ser un  científico, ni por mi formación ni por mi perfil, ni aspiro a serlo.”

Fue justamente desde hace un año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), exigió al gobierno federal dejar de utilizar los aparatos ya que el uso del aparato ha provocado que casi se tripliquen las quejas de cateos ilegales en domicilios

El nuevo reto
Ante las declaraciones de Ardelio Vargas, el físico de la UNAM, Luis Mochan, en primera instancia le da una cátedra de las similitudes entre un científico y un policía, para posteriormente insistir en la prueba del detector molecular.

“El Secretario de Seguridad Pública dice que él no es científico, es policía. Yo no soy policía, pero un buen policía y un buen científico no son tan diferentes; ambos comparten el propósito de investigar metódica y racionalmente para llegar a la verdad y desechar errores.

”El método científico es el procedimiento más eficaz que conoce la humanidad para encontrar y corregir errores y la efectividad de un detector molecular es un tema susceptible de ser investigado científicamente”, señala y posteriormente vuelve a retarlo.

“La prueba que propongo sería muy simple: ocultar una sustancia que él crea que se puede detectar en algún recinto donde las condiciones de detección sean adecuadas y buscar la sustancia con el GT200 o cualquier otro artefacto de esa clase.

”Dado el interés que menciona la nota —de Intolerancia Diario—, la sustancia podría ser alguna droga y el recinto podría ser un reclusorio o la Casa Aguayo.

”El único requisito para que la prueba sea válida es que quien busque la sustancia y los testigos que lo acompañen no sepan de antemano dónde se halla escondida la sustancia y que el experimento se repita suficientes veces para poder hacer un análisis estadístico y comparar los resultados con los que se hubiesen obtenido echando volados.

”El operador del equipo sería él o un operador experto designado por él y yo ni siquiera tocaría el detector ni la sustancia a detectar.

 ”Si el resultado de la prueba le fuese favorable, podría competir por el premio de un millón de dólares que ha ofrecido la Fundación James Randi a quien demuestre que estos equipos funcionan.

”Si no me tiene confianza a mí, podría recurrir al Instituto de Física Luis Rivera Terrazas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla para que alguno de sus investigadores conduzcan la prueba.

”Los derechos humanos de los poblanos y la seguridad de sus fuerzas policiales merecen este esfuerzo de probar el GT200 racionalmente e ir más allá de las anécdotas”, concluye en la misiva a este medio.
 
Las recomendaciones 
Este jueves, la CEDH de Puebla darán una postura sobre la posible utilización de la llamada “ouija del diablo”, la que está en controversia en todo el país y en la Gran Bretaña, se comprobó el fraude.

Cabe destacar, que el  presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, en declaraciones a medios nacionales el 11 de octubre del 2011, exigió al gobierno federal que deje de utilizar el detector molecular GT 200.

“Es un producto más fraudulento que fiable”, dijo el ombdusman nacional, por lo que pidió a las autoridades no “caer en ingenuidades en donde se utilicen aparatos pretendiendo dejar de lado investigaciones”.

Plascencia Villanueva informó que a partir de 2008 cuando el gobierno federal y algunos estatales empezaron a utilizar el aparato, las quejas de cateos ilegales en casas casi se triplicaron.

En 2007 se registraron apenas 393 quejas ante la CNDH; en 2008, ya fueron 964 y 947 quejas en 2009; en 2010, fueron 826 los casos, y hasta mayo de 2011 ya llevaban 422.

“En infinidad de informes que nos fueron remitidos se argumentaba que la justificación de la autoridad derivaba de que el aparato había resultado positivo en ciertos domicilios y colonias enteras.

”En los cateos, tiraban la puerta, sometiendo a los moradores, y no había nada, retirándose sin reparar daño alguno y sin que implicase una responsabilidad.”