A 39 años de lucha con el 50 por ciento de los agremiados que tenía hace 25 años la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre insiste en pedir un verdadero reordenamiento comercial, y advierte que los supermercados de las trasnacionales o empresas de los hombres de poder están acabando con los pequeños comercios, además de que se les está obligando a los trabajadores a consumir en los grandes negociso.

En entrevista Alberto Hernández uno de los representantes de la organización sostuvo que se mantienen firmes en el movimiento una vez que continúan sin cumplirse los acuerdos, y en las anteriores administraciones municipales en la capital se entregaron permisos para la instalación de las grandes cadenas junto a los mercados tradicionales lo que genera una competencia desleal.

Aclaró que no se oponen a que estos lleguen, pero que se ubiquen en otros sitios donde no terminen con el comercio tradicional
Comentó que recientemente frente al mercado Héroes de Puebla instalaron un mini Wall Mart, e indicó que es un ataque a la organización no para desaparecerlos políticamente pero si comercialmente.

Alberto Hernández dijo que no hay un apoyo al pequeño comerciante sino a los grandes capitales a los cuales se les dejo hacer competencia junto al mercado Hidalgo pese a que el plan de 1986 es que los negocios estarían a por lo menos 500 metros del lugar.

El control

El representante indicó que lo que se aprecia a casi cuatro décadas de que inició la agrupación es que se busca mantener controlado al Pueblo, y una situación que afectó en los seis últimos años fue el desempleo, e indicó que si hay bajos salarios o desempleo pues en los mercados no habrá compradores.

Explicó que el actual sistema permite que se pague el salario es por medio de vales, y esto garantiza que se consuma en los supermercados, lo mismo que si se paga con la tarjeta electrónica, así lo que se hace es ahogar o desaparecer a los mercados populares.

Advirtió que la Ley Federal del Trabajo, la propia constitución señala que el pago del salario debe ser en efectivo no con tarjeta o los vales pues esto representa una situación parecida a las tiendas de raya.

Sostuvo que no hay un respeto al derecho al trabajo, Felipe Calderón  se convirtió en el presidente del desempleo y esto pegó directamente a los pequeños comerciantes.

Sin contaminación partidista

Cuestionado sobre la posición política de la organización, expresó que la 28 de octubre ha podido sobrevivir por una estructura política que garantiza la sobrevivencia de la misma.

Dijo que para nadie es desconocido que los dirigentes han sido encarcelados, pero por la formación que se tiene es que surgen más entre los cinco mil que existen.

“La propia forma de la organización le ha permitido además que cuente con el apoyo del pueblo, de los sectores campesino, obrero, estudiantes, y no es fácil el desaparecerla".

Alberto Hernández indicó que uno de los aspectos fundamentales es que la Unión Popular es apartidista, se sigue manteniendo en su posición de que ningún partido político puede intervenir en la vida interna de la misma.

Al preguntarle sobre si los han querido jalar los partidos políticos, expresó que se han presentado algunas invitaciones para apoyar a un candidato, pero como organización no apoyan a ninguno, sin embargo cada integrante es libre de hacerlo pero nunca a nombre de la 28 de octubre.

Depurada la agrupación

Luego de que en la década de los años ochenta se llegaron a contabilizar a por lo menos diez mil integrantes de la agrupación actualmente se estima que el número es de cinco mil pero ya en un 90 por ciento son comerciantes.

El representante explicó que hace dos décadas se tenían agrupados a diferentes sectores, hoy solo quedan los vendedores de diferentes niveles como lo son ambulantes y la gente de los mercados, así como taxistas.

Sostuvo que la fuerza de mantiene a 39 años de iniciar la lucha y seguirá mientras se siga afectando a los pequeños comerciantes.

Los 39 años de lucha

En 1972 el profesor Lorenzo Hernández Becerra fundó la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre, siendo asesorado por jóvenes universitarios como Rubén Sarabia Sánchez —que adoptó el alías de “Simitrio”, inspirado en una película mexicana— además de participar otros personajes como Telésforo Zamorano.

Pocos años después desconocen al dirigente y surge la figura de “Simitrio”; las calles del Centro Histórico fueron tomadas por lo comerciantes, que se estima eran al menos 10 mil los ambulantes que se encontraban en la zona.

A mediados de los años 80 inició el reordenamiento comercial con la salida de la Central de Abasto de la zona de Analco, y se consulta a la 28 de Octubre el entonces presidente municipal Jorge Murad para la construcción de mercados.

El 1 de agosto de 1986 fueron desalojadas las calles y se firma un convenio, dando el control a Rubén Sarabia Sánchez, mientras la unión tiene nuevos miembros como los taxistas o inquilinos morosos.

Con el cambio de gobierno iniciaron los conflictos con el gobernador Mariano Piña Olaya, quien desconoció los acuerdos y comenzó la persecución en contra de los dirigentes.

El cateo y la siembra

En junio de 1989 la Policía tomó por asalto las oficinas de la organización 28 de Octubre un viernes por la tarde.

Lo medios de comunicación fueron invitados, pero los dejan fuera del local por espacio de dos horas. Cuando se permitió el ingreso de los reporteros las autoridades solicitaron el auxilio de un cerrajero y al abrir el escritorio de Rubén Sarabia sólo aparece marihuana; asimismo, el equipo antibombas saca una caja de madera de empaque con bombas molotov, pero éstas incluso están etiquetadas.

En el interior del inmueble detienen a dirigentes de la organización como Raúl Ronquillo y Guillermo Herrera Mora.
Rubén Sarabia es detenido días después, siendo acusado de secuestro, portación ilegal de armas, narcotráfico y asociación delictuosa, por lo que los jueces en Puebla lo sentencian más de 80 años de prisión.

Sin embargo, el dirigente ganó todos los juicios en las instancias federales quedando libre en abril de 2002, aunque las autoridades locales le prohibieron pisar el territorio poblano hasta 2015.

Rubén Sarabia encabezó una de las mayores manifestaciones en la segunda mitad del siglo XX congregando de 15 mil a 20 mil personas.