Las autoridades de Filipinas han elevado a 475 los muertos provocados por el tifón "Bopha",  mientras no cesan de aflorar más cadáveres entre los escombros dejados por el temporal en los últimos días. Además, 200 mil personas están en la calle.

Del total de fallecidos, sólo 29 han sido identificados hasta el momento, mientras que también hay 401 heridos a causa del tifón, que provocó graves inundaciones y corrimientos de tierra principalmente en el sur y centro del archipiélago.

Más de 229,734 personas se han visto afectadas por la tormenta, a la que en Filipinas han bautizado como "Pablo",  sobre todo en las regiones de Mindanao (sur) y Visayas (centro), golpeadas entre el martes y el miércoles.

El tifón que llegó a alcanzar vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 195 kilómetros, ha perdido fuerza hasta convertirse en una tormenta tropical y se dirige hacia el Mar de China Meridional, aunque aún puede dejar copiosas lluvias en el extremo occidental de Filipinas.

"Bopha" cierra la temporada de tifones en Filipinas, estación que todos los años atrae entre 15 y 20 tifones y que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre. 

El año pasado ocurrió algo parecido con "Washi", que llegó inesperadamente en el archipiélago filipino en diciembre y mató a unas 1,200 personas.