Ayer falleció uno de los fundadores de la Confederación de Trabajadores de Puebla FTP-CTM. Originario de Rafael Lara Grajales Puebla, nació el 13 de febrero de 1934.

Fue secretario general de la Federación Regional de Rafael Lara Grajales Puebla, CTM, y miembro del comité ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de Puebla FTP-CTM.

Don Salomón Soto Téllez era el último sobreviviente de grandes líderes obreros de la generación de don Fidel Velázquez Sánchez, don Blas Chumacero Sánchez, don Leonardo Rodríguez Alcaine y don Adolfo García Camacho, entre otros.

Además, fue líder sindical de empresas como Productos Alimenticios La Morena, Empacadora San Marcos, Textiles Tlamati, Tonalli. En la industria láctea, de empresas como Tamariz y productos lácteos Ojo de Agua, entre otras.

Representante ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, consejero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante muchos años y precursor de enfoque social del Infonavit.

Junto con don Blas Chumacero y don Adolfo García Camacho, fue promotor de importantes unidades habitacionales a nivel nacional como la de Teziutlán y La Margarita en Puebla; en Lara Grajales fue fundador de la colonia Obrera.

Toda su vida fue representante de los trabajadores, incansable defensor de las conquistas laborales, del derecho de huelga y creador de los contratos colectivos y defensor de los derechos colectivos.

Apoyó a los campesinos y agricultores de la región de Rafael Lara Grajales, a la Cruz Roja, hizo el bardeado de la escuela Luis G. Salazar; fundó la Escuela Comercial Ramírez y gestionó con la empresa Empacadora San Marcos el pozo número 2 que hoy dota de agua potable a parte importante de la población. Entre sus últimas acciones logró que la clínica 33 del IMSS permaneciera en Lara Grajales. Donó el terreno que hoy ocupa la capilla de San Isidro Labrador, y construyó el salón del Campesino y las oficinas sindicales de la CTM.

Nunca fue de su interés participar en puestos de elección popular, pero su actividad política a favor del Partido Revolucionario Institucional desde el sector obrero fue muy importante.

Fallece a la edad de 78 años, un día antes de su onomástico, dejando un importante legado como ejemplar defensor de los derechos de los trabajadores, creador de los contratos colectivos de trabajo y, simultáneamente, generador de fuentes de empleo siendo un sólido apoyo a la productividad de las empresas de las que fue líder sindical.