Inicia la batalla entre el gobierno federal y estatal de cara a las elecciones de este 2013. La contienda buscará la simpatía de la gente a través de programas que contrastan sobre todo en sus beneficiarios.

Mientras el gobierno estatal se ha dedicado a la clase media alta con proyectos como el teleférico, rueda de la fortuna o rescate de la zona de la Batalla de Puebla, el gobierno federal se enfocará en la gente de escasos recursos que sufren severa marginación y hasta hambre.

Este jueves se anunció que comenzará el combate contra la pobreza extrema en 14 municipios de más alta marginación, en el que se incluye a Puebla capital, para lo cual ya se conforma el plan estratégico.

El objetivo contrasta con proyectos criticados del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, como son la construcción del teleférico o la compra de una inmensa rueda de la fortuna, donde se gastarán más de 500 millones de pesos.

En los proyectos estatales, el mismo mandatario estatal Rafael Moreno Valle Rosas, ha asegurado se posicionará al estado de Puebla en el mapa, por lo que habrá beneficios sobre todo en materia turística o para clase media y alta del estado.

En el proyecto federal, iniciado por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el combate es contra la pobreza extrema, sobre todo en la cruzada contra el hambre, con beneficios a los más desprotegidos.

Ambos planes de los gobiernos federal y estatal emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), respectivamente llegan a unos meses de las elecciones donde se elegirán a presidentes municipales y diputados locales.

 

Combate a la pobreza

El delegado de la Secretaría de Desarrollo Social federal (Sedesol), Juan Manuel Vega Rayet, indicó que se iniciará el combate real contra la pobreza extrema, la que están viviendo más de medio millón de poblanos.

Detalló que en Puebla existen más de 3 y medio millones de personas en pobreza, lo que significa más del 70 por ciento de la población total, de los cuales medio millón son “los pobres de los pobres”.

“Estamos hablando de 3 millones y medio de personas que están en pobreza, un millón 800 en pobreza extrema y 500 mil en pobreza multidimensional”, detalló el funcionario federal.

Entrevistado el término de la entrega de apoyos a estancias infantiles, indicó que se meterán todos los municipios más pobres de Puebla, pero se arrancará con los 14 en peores condiciones, ubicados en las zonas de Puebla capital, Atlixco, Mixteca y sierras poblanas.

 

—¿El encargado de la SDS (Secretaría de Desarrollo Social estatal), dijo que son 30 los municipios más pobres que no se han contemplado en la Cruzada contra el Hambre?

—Es una primera instancia (…), hay que dimensionar cuál es el tema del programa, esto es a lo primero, se va a empezar con 14 municipios, no se dijo 14 y punto.

Explicó que en todos los municipios poblanos existe pobreza, hasta en más de un 50 por ciento de la población, por lo que obviamente se trabajará en todos los municipios, pero será paulatinamente.

“Tenemos gente vulnerable, que no tiene un servicio, pero hay que dimensionar el tema del programa, esto es lo primero se va a empezar en los 14 municipios y se va a ir creciendo, de acuerdo a los estudios, estamos hablando de los pobres de los pobres.”

Indicó que los temas de medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) son complejos, por ejemplo el hecho de que no se tenga agua potable ya se cataloga como pobre o aunque tengas trabajo si tienes piso de tierra, se ubica en pobreza.

“La cruzada está enfocada en 14 municipios y 500 mil personas, vamos a arrancar de acuerdo a los recursos económicos y en la concurrencia del estado y la Federación”, sentenció al señalar que se trabajará en estos lugares basados en cifras de Coneval e Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI).

 

—¿Ya se pusieron de acuerdo con la SDS estatal?

— Nos hemos sentado tres veces, hemos estado de acuerdo, hemos platicado, estamos esperando ya que el 28 (de febrero) salen las reglas de operación para el combate a la pobreza y marginación.

Recordó que la cruzada contra la pobreza no es un programa con recursos, por lo que se cohesionarán proyectos de todas las delegaciones para atacar la problemática del hambre.

“Se arranca contra el hambre, bajo los cuatro ejes rectores, el primero dar alimentación inmediata donde entrarán las tiendas Liconsa y Diconsa, posteriormente se meten proyectos productivos para la generación de empleos.”

Indicó que posteriormente se trabajará en temas de salud, en producción de alimentos, con un programa que tendrá resultados en apenas seis meses.

 

—¿Cuáles son los 14 municipios?

—Empezando Puebla, Atlixco, Tehuacán, donde se supone que son zonas urbanas, Cholulas, las zonas de la Sierra —dijo.

Cabe destacar que hace unos días ya empezaron los diálogos con distintos sectores para la cruzada contra la pobreza, donde Vega Rayet se reunió con integrantes Congreso Agrario Permanente (CAP).

El CAP está conformado por las siguientes organizaciones campesinas: CNC, CIOAC, UTC, CCC, CAM, CCI, UFIC y El Barzón.

En esta junta a puerta cerrada, Vega Rayet ofreció brindar todo su apoyo para que los programas de la dependencia lleguen a los sectores más vulnerables de la entidad, por lo que los exhortó a sumarse a la estrategia del presidente Enrique Peña Nieto para abatir el déficit alimentario.

 
Recuadro

Pobreza por doquier

En Puebla no es necesario ir hasta comunidades lejanas para encontrarse pobreza extrema, en la misma ciudad es fácil encontrar a personas que viven con apenas 50 pesos diarios,

Sin embargo, desde que inició el gobierno morenovallista, diversos programas sociales fueron retirados, como era el apoyo en despensas, entre otros.

Apenas a tres calles del zócalo de la ciudad se encuentran Elena García Trejo y Lucía Eufemia de la Cruz, dos personas de la tercera edad que viven de la venta de dulces a la entrada de su vecindad en la 5 poniente 507.

Doña Elena, de 83 años de edad, gasta alrededor de 20 pesos diarios en comida, provenientes de la venta de los dulces.

“Cuando me va bien me llegó a vender hasta 100 pesos, pero la mayoría de los días vendo 10 pesos o nada, hay es como la vamos sorteando.”

Lleva 15 años vendiendo dulces y dos años postrada en una silla de ruedas, lo que ha evitado que pueda acudir a las oficinas de los gobiernos, para solicitar apoyo.

 

—¿Es beneficiaría de los programas para adultos mayores?

—No puedo ni ir, no hay quien me lleve, cómo voy.

 

—¿No han venido autoridades a ofrecerle apoyos?

—No, hasta cree que se van a molestar por una vieja, aunque pasan por aquí en sus carrazos y me ven, pero en realidad no me ven.

 

Señaló que vive sola desde hace años, ante el abandono de sus hijos, en una pieza que le dio el dueño de la vecindad a cambio de “cuidar la casa”.

 

—¿Tiene hijos?

—Hay joven, ¿para qué?, es bonito tener hijos pero cuando llegamos a viejos nos olvidan, a esta edad hay otra realidad y ni modo.

Señaló que lleva varios días sin comer carne, ya que su dieta casi diaria son frijoles, nopales con tortillas o en buenos días, hasta pollo.

Mencionó que sufre diabetes, la cual casi no se cuida, debido al mismo problema de traslado, además de los costos de médicos.

Apenas a escasos dos metros en la misma entrada de la vecindad, está doña Lucía, de 70 años de edad quien también vive de la venta de dulces.

Platicó que no pudo entrar al programa estatal “70 y más”, debido a que le faltaba un mes para cumplir la edad requisito.

Al igual que su vecina, señaló que las ventas de los dulces oscila entre los 10 y 50 pesos en días buenos, los cuales utiliza para su comida diaria y el pago de una renta de 900 pesos mensuales.

“Tengo hijos, pero cada quien ve por su lado, de repente me ayudan con 100 pesos a lo mucho, porque también son pobres”, dijo.

Refirió que su dieta también es en su mayoría de frijoles con tortillas y en días excelentes llega a comer carne. “Bendito sea Dios si hago mis tres comidas al día, poquito pero comemos”.

Recientemente este medio documentó la pobreza que se vive a tan solo 30 minutos del Centro Histórico de Puebla, comunidad contrastantemente alejada de los proyectos multimillonarios del gobierno de Rafael Moreno Valle.

En esta localidad indígena, la pobreza extrema se percibe a cada metro de sus calles, ahora los invade un foco de infección en su agua potable.

Ahí miles de personas viven entre piedras y polvo en sus calles sin pavimentar, donde lo mismo juegan niños, caminan borregos, burros y comen gallinas.

Aquí aunque apenas a media hora de distancian están los grandes puentes, Festejos del 5 de Mayo, remodelaciones y construcciones suntuosas de edificios gubernamentales o pavimentación con concreto hidráulico, quedan muy lejos, como en otro mundo.

En Azumiatla está prohibido —bajo su propio riesgo— enfermarse después de las 15:00 horas, cuando cierra el Centro de Salud y nadie más lo atiende.

Quien ose enfermarse, tendrá que acudir al Hospital General de Agua Santa y ver por su cuenta el traslado, ya que la gran mayoría carece de automóvil.

Ni siquiera el Seguro Popular ha podido proteger a los pobladores, ante la carencia de medicamentos, todo a pesar de que el gobierno de Puebla ha garantizado la atención médica de quienes más lo necesitan.

Eso sí, al llegar a Puebla los pacientes son recibidos en el puente del Periférico y 11 Sur con grandes espectaculares de el secretario de Salud, Jorge Aguilar Chedraui, con la leyenda “Puebla en buenas manos”.

Sebastián Escalona Cordero, campesino de más de 79 años de edad, afirmó que lleva cuatro años con este problema y ninguna autoridad ha hecho nada, a lo que ya están acostumbrados en Azumiatla, al olvido.

“Somos gente pobre, siempre lo hemos sido y seguiremos así, pero eso no importa, lo que queremos es que nos ayuden tantito a ya no enfermarnos, de verdad es una suciedad muy fea, hay gente que no le importa y avienta su cochinada a los canalitos y eso nos enferma.”

Caminando con sus burros y borregos para que pasten en la zona contaminada, indicó que la colonia Buenavista de la comunidad, es la que avienta sus aguas negras, líquidos que finalmente llegan a un barranco.

“No hay problema cuando llueve, esto crece mucho, y se lleva todo, el problema es en tiempo de secas, ahí nos infectan a todos porque pasa junto a los pozos de las casas y los contamina.

 “Siempre hemos sido un pueblo abandonado, han venido y se han ido muchas autoridades y nosotros seguimos igual, ¿nada más porque nos ven pobres no valemos?”, dijo molesta Celsa Cobos Pérez, “aquí estamos abandonados mucho”.

 

—¿Siempre?

—Siempre, pasan autoridades y siempre lo mismo, nunca hacen nada, solo para su bolsillo, pero para el pueblo nunca ven nada.