El capitán Antonio Briseño recibió de manos de Alfredo Hewitt, el trofeo que acreditó a México como ganador del Campeonato Sub-20 de la Concacaf, donde el Tricolor terminó con cinco victorias, 15 goles anotados y sólo uno recibido.

Luego de la victoria por 3-1, sobre el conjunto de Estados Unidos, en el encuentro final desarrollado en la cancha del Estadio Cuauhtémoc, fue el recibimiento del trofeo, lo que engrandeció más la brillante competencia de los mexicanos.

Los fuegos pirotécnicos iluminaron el cielo y en el sonido local se escuchó We are the champions, de Queen, al tiempo que los seleccionados dieron la vuelta de los campeones vitoreados por su público que siempre los impulsó.

Los de Estados Unidos recibieron su medalla de subcampeón y también los de El Salvador, por el tercer puesto.

El trofeo "Juego Limpio" fue entregado a la Selección de El Salvador, el de mejor arquero fue para Richard Sánchez (México), el de goleador al panameño Amet Ramírez (con cuatro tantos) y al de mejor jugador fue para el capitán mexicano Antonio Briseño.