En el marco de la presentación de la segunda Olimpiada nacional de proyectos juveniles de investigación en ingeniería y ciencias aplicadas, el decano de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de las Américas (UDLAP), José Ángel Reynal Villaseñor, lamentó que en la actualidad desde el nivel social hasta los órdenes gubernamentales no se proveen los espacios para el desarrollo de ese tipo de especialidades y de profesionistas en el rubro.

Desde su perspectiva, el temor que en el país se le tiene a las carreras relacionadas con las ciencias exactas es un estereotipo arraigado en la sociedad nacional, porque no aprecian la valía de las ciencias básicas y por tener un desconocimiento de los campos de aplicación en que se pueden desarrollar, “el evento está enfocado para las ciencias duras, pero también para las áreas ambientales, civiles, electrónica y mecatrónica”.

Olvidados, centros de investigación

La prueba de que las ciencias exactas todavía no ocupan el lugar que les corresponde en la vida nacional, dijo Reynal Villaseñor, es el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, que está prácticamente abandonado y las autoridades del país no le dan la importancia que requiere, a pesar de que México tiene enormes yacimientos de uranio, que también están abandonados desde hace muchos años.

Esos yacimientos, apuntó el decano de la Escuela de Ingeniería de la UDLAP, se dejaron en el olvido hace mucho tiempo, pero el problema es que ahora mismo contaminan de manera grave el medio ambiente, “no se cerró la explotación del uranio como debió haber sido”.

Al afirmar que hace falta apoyo de parte del gobierno federal para fomentar esas áreas del conocimiento, Reynal Villaseñor dijo que existen en la actualidad algunas áreas de oportunidad que se abren, entre las que mencionó la nueva entidad para la investigación aeroespacial, que se supone debe atraer a algunos expertos en física y matemáticas.

Las ciencias básicas, agregó el académico de esa casa de estudios, pueden generar contribuciones importantes en otras áreas del conocimiento, pero deben ser impulsadas desde los gobiernos y desde la sociedad, “que se han olvidado de esa parte de las ciencias que pueden aportar para áreas como la cibernética, la robótica, el desarrollo de computadoras y todos los rubros relacionados, donde hay muchísima participación de matemáticos, de físicos y de químicos”.

Sobre la olimpiada nacional

La segunda Olimpiada nacional de proyectos juveniles de investigación en ingeniería y ciencias aplicadas, reveló el decano de la Escuela de Ingeniería de la UDLAP, es un concurso de proyectos de ciencia para jóvenes de los niveles de preparatoria y de los primeros años de la carrera, que se traduce en un esfuerzo muy importante porque considera enviar a los ganadores a eventos internacionales, particularmente a Europa y Sudamérica, “los alumnos que presenten los mejores proyectos se van a competir a España, Argentina y Uruguay, concursos regionales fuera de México”.