Los venezolanos marcados por la división política entre seguidores del fallecido presidente socialista Hugo Chávez y opositores de derecha finalizaron hoy a la medianoche sus campañas por las elecciones presidenciales del próximo domingo, en medio de gigantescas concentraciones.

El presidente encargado, Nicolás Maduro, candidato del oficialismo tras el fallecimiento de Chávez, remató este jueves su campaña con dos grandes concentraciones en el Zulia (oeste) y luego en Caracas.

Su principal adversario, Henrique Capriles, hijo de poderosos empresarios, hizo lo propio en las capitales de los estados Lara, Apure y Portuguesa, para dar por concluida la batalla propagandística.

En Caracas, los chavistas que apoyan a Maduro desbordaron las principales calles y avenidas de la capital venezolana, encabezados por su líder.

Las elecciones presidenciales se realizarán el próximo domingo.

Fueron convocadas tras el fallecimiento del líder revolucionario, el pasado 5 de marzo en Caracas, víctima de cáncer.

Maduro, de 50 años, finalizó la campaña electoral en el estado Zulia (oeste) ante una gigantesca multitud, y luego viajó a Caracas para cerrar su carrera por la presidencia venezolana.

Música, consignas, silbatos, banderas, tambores, fuegos artificiales, caravanas, caras pintadas, disfraces, pancartas, fotografías y mucho colorido, se observaron por las calles de Caracas en el cierre de la carrera presidencial por el lado de los chavistas.

Igual escenario, aunque en menor proporción, se observó con los seguidores del opositor Capriles por las ciudades de Barquisimeto, capital de Lara; en la homónima ciudad del estado Apure, y en Acarigua, la capital de Portuguesa.

Maduro y Capriles centraron sus discursos en críticas mutuas y ofertas electorales; el primero, a favor de continuar con el legado socialista de Hugo Chávez; y el segundo, por un cambio radical (hacia la derecha) en la forma de gobernar a Venezuela.