Este 17 de Abril arranca el juicio en contra de la ex lideresa del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo, a quien se le acusa de incurrir en los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero) y delincuencia organizada.

En el Juzgado Sexto de Distrito con sede en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México se realizará la primera audiencia de desahogo de pruebas, a la que están citados funcionarios de la Secretaría de Hacienda y de la Procuraduría General de la República (PGR), dependencias que han señalado que la ex dirigente desvió a cuentas personales recursos pertenecientes al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), provenientes de las cuotas que aportan los maestros del país.

La presencia de Gordillo Morales está en duda en la diligencia judicial, debido a que su estado de salud es delicado.

El caso ha dado un giro, debido a que el Ministerio Público de la Federación tendrá nuevos elementos, a partir del testimonio que aporte Érick Salvador Rodríguez, quien fue cercano colaborador de Héctor Jesús Hernández Esquivel, ex tesorero del SNTE y quien también fue secretario particular de Elba Esther Gordillo, además de coordinador de finanzas del Partido Nueva Alianza (Panal).

Érick Salvador Rodríguez García se encontraba bajo arraigo por su probable implicación en los hechos delictivos referidos, pero el Ministerio Público determinó levantarle la medida cautelar ordenada por 30 días por un juez federal y ahora se convirtió en testigo colaborador en las investigaciones.

El 25 de febrero pasado, la PGR informó la detención de Gordillo Morales y tres de sus cercanos colaboradores, como presuntos responsables de delincuencia organizada y desvío de 2 mil 600 millones de pesos de las arcas del SNTE.

Los otros involucrados son Nora Guadalupe Ugarte Ramírez, Isaías Gallardo Chávez y José Manuel Díaz Flores; los dos últimos están detenidos en el Reclusorio Oriente, mientras que Gordillo permanece en el Reclusorio Femenil Sur.

Según las investigaciones de las autoridades federales, el dinero extraído de manera ilegal fue depositado en cuentas extranjeras en dólares, y usado para pagos en tiendas departamentales, galerías de arte y comprar dos casas en una isla de California, Estados Unidos.