Debido a la falta de información del anterior gobierno federal, miles de personas hacen fila por varias horas en las instalaciones de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) federal para acceder a los beneficios del programa 65 y Más, lo que está subsanando la actual administración.

Debido a esta omisión administrativa durante la gestión de la delegada Myriam Arabian, personas de la tercera edad ahora tienen que levantarse temprano, trasladarse a las oficinas federales y aguantar el intenso calor, por hasta cinco horas en la fila, para obtener el apoyo federal consistente en 525 pesos cada dos meses.

Con el cambio de gobierno, las personas dejaron de recibir el recurso en lo que va del 2013, ya que se está verificando que aún vivan los beneficiados, sin embargo, nadie dio aviso a esta gente.

En Puebla, según datos oficiales, más de 170 mil personas reciben el apoyo por parte de Sedesol, la mitad de ellos en regiones rurales y el resto en zonas urbanas, que es donde se está registrando el problema

Sin dinero
Extraoficialmente, se calcula que en Puebla son más de 85 mil personas, de los más de 170 mil adultos mayores, las que no han recibido el apoyo Pensión para Adultos Mayores (65 y Más) desde febrero.

El programa opera en 3 mil 856 localidades de los 217 municipios del estado, por lo que se erogan alrededor de 73.5 millones de pesos mensuales.

El retraso del pago para el bimestre de marzo-abril fue contra los beneficiarios que cobran de manera electrónica mediante tarjeta de débito, quienes tienen que ir a las oficinas gubernamentales a hacer una prueba de vida o supervivencia.

Una de las afectadas, de nombre María Luisa Sánchez, de 77 años de edad, acudió a un cajero de Bancomer ubicado en el Centro Histórico de Puebla para retirar el apoyo, pero encontró su cuenta en ceros.

Posteriormente, revisó el cajero todos los días durante una semana, por lo que se comunicó vía telefónica a Sedesol y le contestó Eduardo Román, quien le informó que "los recursos estaban por llegar", pero nunca le informó de la prueba de vida.

En otro caso, Carlos Martínez, de 73 años de edad, originario de Atlixco, también esperó el apoyo, pero nadie le informó de la prueba de vida.

Luego de comunicarse a las oficinas de Sedesol, sólo le dijeron que estuviera pendiente y que probablemente a principio del mes de mayo podría tener su pago, pero tampoco nadie le habló de la prueba de supervivencia.

Juan Bustos señaló tajante que hace falta información y que no es justo que ni por ser personas de la tercera edad tengan consideración, esto lo dijo al estar formado en la fila por cerca de cinco horas para la prueba de vida, en las instalaciones de la dependencia oficial.

En tanto, Joaquín Martínez coincidió en señalar que el mayor problema es la falta de información, con lo que se evitarían las grandes esperas.

“El programa está bien, falta que ayuden con la información. El 20 por ciento de las personas les llega por medio del correo un aviso que tiene que presentarse a hacer su renovación, pero al 80 por ciento no les avisan nada, por eso son estos problemas.”

Indicó que el apoyo lo recibe su esposa desde abril del 2012, y siempre había sido de manera puntual, hasta ahora que surgió el trámite de verificar la supervivencia.

“No avisaron que se tenía que hacer una renovación cada cuatro meses, hasta ahorita nos enteramos que se tenía que renovar, pero tuve que hablar a México porque nadie me daba información dónde estaba siquiera la oficina de Sedesol en Puebla.

”Hay que tener ganas de que se otorgue buena información para que un adulto mayor goce de estos beneficios, pero sin tanto problema que nos perjudique inclusive a la salud. Habemos gente enferma que no podemos estar haciendo fila”, comentó.

Las reglas de operación del programa establecen que pueden acceder al apoyo los mayores de 65 años que no reciben ingresos por jubilación o pensión de tipo contributivo.

También precisan que los beneficiarios deben recibir un “trato digno, respetuoso, oportuno, con calidad y equitativo”.

Pero en Puebla no todos pueden allegarse a este tipo de beneficios, simplemente porque no pueden acudir a las oficinas de manera personal.

Apenas a tres calles del zócalo de la ciudad, se encuentran Elena García Trejo y Lucía Eufemia de la Cruz, dos personas de la tercera edad que viven de la venta de dulces a la entrada de su vecindad, en la 5 Poniente 507.

Doña Elena, de 83 años de edad, gasta alrededor de 20 pesos diarios en comida, provenientes de la venta de los dulces.

—¿Es beneficiaría de los programas para adultos mayores?

—No puedo ni ir, no hay quien me lleve, cómo voy.

—¿No han venido autoridades a ofrecerle apoyos?

—No, hasta cree que se van a molestar por una vieja, aunque pasan por aquí en sus carrazos y me ven, pero en realidad no me ven.

Señaló que lleva varios días sin comer carne, ya que su dieta casi diaria son frijoles, nopales con tortillas o, en días buenos, hasta pollo.

Mencionó que sufre una diabetes que casi no se cuida, debido al mismo problema de traslado, además de los costos de médicos.

Apenas a escasos dos metros, en la misma entrada de la vecindad, está doña Lucía, de 70 años de edad, quien también vive de la venta de dulces.

“Tengo hijos, pero cada quien ve por su lado, de repente me ayudan con 100 pesos a lo mucho, porque también son pobres”, dijo.

El problema
Alejandro Irving, coordinador del programa 65 y Más en Puebla, indicó que desde el año pasado no se realizó la prueba de vida, por lo que se detiene el pago si no la realizan cada cuatro meses, “nosotros por sistema no nos damos cuenta si la persona está viva o no.

”Una vez que se realiza la prueba de vida, los pagos no se detienen, siguen siendo constantes”, señaló el funcionario federal al indicar que atienden a hasta 800 personas diariamente, lo que provoca las grandes filas.

—¿Qué pasó, no se les avisó?

—Probablemente no se les haya avisado el año pasado que tenían que venir, aquí ya les estamos avisando que tienen que venir cada cuatro meses, hasta que les avisen a sus amigos.

”Imagínate si no vienen cada cuatro meses, sino a ocho, a lo mejor podrían seguir cobrando y ya no están vivos, no falta una persona que esté abusando.”

Señaló que hasta el momento no se han detectado fraudes, pero para evitarlos deben hacer dicho trámite.

“En las zonas urbanas, como el pago es bancario, tienen que venir a hacer su prueba de vida; en las rurales, como el pago es de manera personal y en efectivo, no es necesaria esta prueba.”

—¿Qué está pasando que hay muchas quejas de la lentitud del servicio?

—No es lento, es la cantidad de personas que vienen, como no se les informó a tiempo, están llegando hasta 800 personas diarias, cuando deberían ser 40 o 50, si se les hubiera avisado a tiempo.

“Sí nos damos abasto, aunque tardemos un poquito más”, dijo al señalar que para la prueba de vida sólo es necesario acudir con la tarjeta bancaria y alguna identificación con fotografía, como la del Instituto Federal Electoral.

Indicó que para evitar mayores aglomeraciones, una vez que se hagan pruebas de internet y contratación de espacios, se abrirán nuevos módulos en Teziutlán, Amozoc, Zacatlán y Huauchinango.

Mientras tanto, en el municipio de Puebla se abrirá otra oficina en la zona de San Jerónimo Caleras, de 9 a 18 horas, de lunes a lunes. Por lo que próximamente se informará a detalle sobre las direcciones.

La inversión
Sedesol invertirá 500 millones de pesos más en el programa 65 y Más para protección a adultos mayores, informó el delegado en Puebla, Juan Manuel Vega Rayet, en entrevista a Intolerancia Diario.

Anunció que la Sedesol incrementará el apoyo a adultos mayores, que pasará de mil 100 a mil 600 millones de pesos, beneficiando a 70 mil personas más en todo Puebla, quienes aún pueden registrarse.

“Vamos trabajando bien, los programas van caminando, los que no se pueden parar como el de Adultos Mayores, 65 y Más, Oportunidades, la gente se sigue afiliando.

”Ahora sigue abierto el de 65 y Más, tenemos una afiliación para que aproximadamente 79 mil poblanos más puedan afiliarse al programa.

”Tenemos aproximadamente 191 mil personas y erogamos un gasto de mil 150 millones de pesos el año pasado, y para este año vamos a 79 mil personas más con un gasto de mil 620 millones de pesos.

”Tenemos en lo urbano 49 a 50 mil personas y en lo rural tenemos más de 142 mil personas”, indicó Vega Rayet.

Con el programa 65 y Más se busca incrementar los ingresos y contribuir a disminuir el deterioro de la salud física y mental de la población adulta mayor que no recibe ingresos por concepto de pago de jubilación o pensión de tipo contributivo mediante el otorgamiento de apoyos económicos, así como de participación y protección social.

Agregó el delegado que el fenómeno del envejecimiento de la población cobra cada vez mayor relevancia, ya que debido al aumento de la esperanza de vida se estima que en 2013 hay 7.7 millones de mexicanos mayores de 65 años.

Asimismo, señaló que independientemente de los problemas físicos y económicos que enfrentan los adultos mayores, desde hace varias décadas, el estado ha establecido como prioridad la defensa de sus derechos, para lo cual ha aplicado diversas medidas legales y políticas públicas orientadas a su protección y desarrollo.

Indicó que recientemente el gobierno federal que preside Enrique Peña Nieto incrementó significativamente el número de beneficiarios que recibirán los apoyos del programa social, realizando un corte de edad de 70 a 65 años

“El programa 65 y Más, implementado por el Gobierno de la Republica, demostró que la combinación de la entrega de una pensión monetaria más la creación y consolidación de una red social y acciones de protección social está logrando aminorar el deterioro de la salud física y mental de este grupo social”, dijo.

Agregó que la delegación de la Sedesol a su cargo, en coordinación con las autoridades locales y la Red Social, avisará a la población la fecha, hora y lugar donde se instalarán las Sedes de Atención, a donde la población interesada en recibir los apoyos deberá acudir para solicitar su incorporación, en tanto que el Programa tendrá cobertura nacional y otorgará apoyos económicos mensuales por 525 pesos, entregados bimestralmente.